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Tensión en Perú, el presidente Kuczynski se 'juega' el puesto

El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, dijo que jamás ha favorecido a ninguna empresa como ministro de Estado y que la democracia del país está en juego ante el pedido de destitución de su cargo en el Congreso por el caso Odebrecht.  

El presidente Pedro Pablo Kuczynski dijo este jueves que la estabilidad democrática de Perú está en riesgo por el proceso de destitución que impulsa el Parlamento opositor en su contra y aseguró que no existe ninguna prueba para acusarlo de corrupción.

En su discurso de defensa en la sala principal del Parlamento unicameral, Kuczynski, de 79 años, sostuvo que "todo en mi vida lo he logrado con trabajo honesto" y añadió "vengo a decirles mirándoles a los ojos que no soy un corrupto y jamás favorecí" a ninguna empresa mientras ejercí un cargo público.

Antes de retirarse, Kuczynski exhortó a la oposición parlamentaria que busca removerlo de su cargo actuar con sensatez y no gobernar por "rencillas y afanes personales".

Kuczynski lucha por convencer a los legisladores de que no hay motivos para retirarlo del cargo en la mayor tormenta política en Perú desde el 2000 y que lo pone en riesgo de convertirse en el primer mandatario destituido en la ola regional de escándalos ligada a la brasileña Odebrecht.

Ahora los parlamentarios deben debatir por al menos cuatro horas y luego votar si lo destituyen como presidente de Perú. La OEA envió una delegación para observar la sesión parlamentaria a invitación del presidente.

Diversos grupos políticos debatían la tarde del jueves el pedido de destitución del mandatario citando a su modo distintas obras literarias e incluso valiéndose de historietas cómicas, como "Condorito".

Hasta ahora el escándalo de Odebrecht ha desembocado en una condena a seis años de cárcel para el vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas por asociación ilícita, mientras el expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva está apelando una sentencia por corrupción y lavado de dinero.

Su abogado Alberto Borea, constitucionalista y exparlamentario, dijo a los legisladores que primero deberían investigar al mandatario y una vez que se determine si es culpable procedan a castigarlo. "No se puede decir yo te fusilo y después cuáles son tus descargos. Eso no es debido proceso", dijo Borea mirando al mandatario, quien estuvo sentado a su lado.

Kuczynski no ha sido juzgado pero está bajo una investigación fiscal que lo interrogará la próxima semana acerca de su consultora privada Westfield Capital, la cual realizó asesorías financieras a Odebrecht por 782 mil dólares mientras él era ministro de Economía y primer ministro del gobierno del presidente Alejandro Toledo (2001-2006).

Tras negarlo repetidas veces, Kuczynski recién admitió el domingo que ganó "algo de dinero" con Westfield Capital pero señaló que durante esa época no dirigió su empresa sino que delegó sus funciones en el director de la firma, el chileno Gerardo Sepúlveda.

En un mensaje a la nación la víspera Kuczynski pidió disculpas a los peruanos por no ser "ordenado" con sus archivos y memorias.

"Ser descuidado y desprolijo es un defecto, pero no es, no ha sido, ni será jamás para mí una herramienta de deshonestidad y mucho, mucho menos de delito", dijo.

Con un tono enérgico pocas veces visto en él, Kuczynski afirmó que enfrenta "un golpe bajo el disfraz de interpretaciones legales supuestamente legítimas" y que "la constitución y la democracia están bajo ataque".

La información que tiene contra la pared al mandatario fue entregada hace una semana por la oficina local de Odebrecht a una comisión investigadora parlamentaria dirigida por el partido de su rival Keiko Fujimori, a quien Kuczynski venció en los comicios presidenciales de 2016 por escasa diferencia.

Cuando se agravó la crisis política, la firma brasileña dijo en una carta que trató exclusivamente con Sepúlveda y que las transacciones con la empresa de Kuczynski fueron legales, están contabilizadas y no forman parte de ninguna pesquisa por corrupción.

El constitucionalista Pedro Cateriano dijo a The Associated Press que el Congreso, dirigido por el partido de Fujimori, "le ha lanzado un ultimátum al presidente: "'o renuncia o lo removemos'... en un trámite de tal celeridad nunca antes visto en la historia parlamentaria, en sólo nueve días".

En caso de que Kuczynski sea destituido la ley indica que debe sucederlo el primer vicepresidente Martín Vizcarra, un ingeniero civil de 54 años, quien retornó la víspera desde Canadá, donde se desempeña como embajador, y quien junto a la segunda vicepresidenta Mercedes Aráoz han dicho que mantienen su absoluta lealtad al mandatario.

La bancada oficialista de 17 parlamentarios, la más diminuta desde 1995 cuando Perú adoptó un parlamento unicameral, buscará evitar que la oposición sume 87 votos del total de 130 miembros del Congreso para remover a Kuczynski por "incapacidad moral permanente" debido a que negó varias veces haber recibido remuneraciones de Odebrecht.

La OEA anunció que enviará a dos miembros para monitorear el proceso de remoción, sobre el cual Kuczynski se ha amparado ante el Poder Judicial bajo el argumento de que se ha vulnerado su derecho constitucional al debido proceso.

El partido Fuerza Popular de Keiko Fujimori domina el Parlamento con 71 escaños y necesita al menos 16 votos adicionales de otros cinco partidos para sacar del sillón presidencial al mandatario.

El legislador Daniel Salaverry, vocero del partido fujimorista, dijo que si el presidente viene al Congreso "deberá ser para presentar su carta de renuncia. Estamos dándole la oportunidad... sabemos tomar decisiones".

Cateriano, quien fue primer ministro y ha estudiado la corrupción política peruana de las décadas de 1980 y 1990, indicó que Kuczynski debería ser investigado incluso por una comisión investigadora parlamentaria pero no destituido de forma inmediata.

Si Kuczynski deja el poder sería el cuarto presidente peruano destituido por "incapacidad moral" desde la fundación de la república en 1821. El último en ser removido por esa causa en el año 2000 fue Alberto Fujimori, el padre de Keiko, quien purga 25 años de prisión por corrupción y asesinato.

"En el caso de Alberto Fujimori sí estamos frente a un incapaz moral: dio un golpe de Estado, gobernó al margen de la constitución, delinquió, huyó y renunció desde Japón. No hay por lo tanto ese sustento para afirmar que Kuczynski se ha comportado de una manera inmoral de forma permanente", dijo Cateriano.

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