Mundo

Infanta Cristina niega haber gestionado empresas de su marido

Al ser interrogada, Cristina de Borbón dijo que en 2003 aceptó, por confianza en su marido, ser parte de Aizoon, la filial del Instituto Nóos, y que la intención era canalizar los ingresos de Urdangarin, quien era el administrador y tomaba las decisiones.

MADRID.- La infanta Cristina de Borbón expresó hoy su confianza en la inocencia de su esposo Iñaki Urdangarin, acusado de varios delitos en el llamado "caso Nóos", y aseguró que nunca realizó labores de gestión y administración en las empresas de su marido.

La hermana del rey de España, Felipe VI, fue sometida este jueves a interrogatorio en el juicio que se sigue por ese caso, en el que a ella se le atribuyen dos delitos fiscales cometidos en presunta colaboración con Urdangarin, principal acusado.

Se trata de la primera vez que un familiar tan cercano de un rey de España es llevado a juicio, en este caso en que la acusación popular del sindicato de extrema derecha Manos Limpias es la única que la señala, ya que ni la Fiscalía ni la Abogacía del Estado respaldan la acusación.

La infanta está acusada de dos delitos fiscales cometidos la década pasada a través de Aizoon (de la que era responsable del 50 por ciento), filial del Instituto Nóos que presidía Urdangarin.

En la vista que se celebra en la Escuela Balear de Administración Pública en Palma de Mallorca (en el Mediterráneo español) la segunda hija de los reyes Juan Carlos I y Sofía, respondió solo a las preguntas de uno de sus abogados, Pau Molins.

Antes, la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete, formuló numerosas preguntas que no fueron respondidas, y los abogados de los demás acusados no se sumaron al interrogatorio.

A preguntas de Molins, la infanta manifestó que nunca ha tenido cuentas en paraísos fiscales y solo desde hace unos años tiene una cuenta bancaria en Suiza, país en que reside.

Explicó que en 2003 aceptó, por confianza en su marido, ser parte de Aizoon, la filial del Instituto Nóos, porque se lo pidió él y que la intención era canalizar los ingresos profesionales de Urdangarin, quien era el administrador y tomaba las decisiones.

Aseguró que nunca participó de las juntas, no entregó facturas, no recibió dividendos, no participó de la contratación de personal y que los documentos que firmó se los hicieron llegar y lo hacía por confianza en su marido y sus asesores fiscales.

"Estoy convencida de su inocencia, porque siempre ha estado bien asesorado", dijo sobre su marido.

La infanta Cristina agregó que sus declaraciones de la renta se las hacía el entonces asesor fiscal de la Casa Real, Federico Rubio, y que las hacía de forma separada a su esposo.

Tras el interrogatorio, la presidenta del tribunal Samantha Romero le preguntó si quería renunciar a su derecho a ya no asistir más a lo que resta del juicio, salvo a las concusiones y sentencia, a lo que ella aceptó, lo mismo que la mayoría de los acusados.

Asimismo, convocó a la siguiente sesión del juicio el martes 8 de marzo en que iniciarán las declaraciones de los testigos.

Al salir de la sala, los abogados de la infanta, Miquel Roca y Pau Molins aseguraron que la hermana del rey está tranquila por haber expuesto su versión en el interrogatorio.

Mientras, la abogada de Manos Limpias acusó que se trató de "un interrogatorio a la carta" y a la infanta de "no tener valor de afrontar" a la acusación e ir contra del principio de que "quien nada debe nada teme".

El proceso judicial contra 17 acusados incluye principalmente a Urdangarin, y su ex socio Diego Torres, quienes manejaban el Instituto Nóos que entre 2003 y 2006 había malversado fondos públicos de los gobiernos de Islas Baleares, Comunidad Valenciana y otros.

El esposo de la infanta Cristina se enfrenta a una petición de cárcel de la fiscalía de 19.5 años, por malversación, fraude, estafa, lavado de dinero, prevaricación, tráfico de influencias, falsedad documental y delitos fiscales.

También lee: