El precandidato republicano Donald Trump rechazó el lunes críticas, incluyendo algunas desde su propio partido, por acusar de parcialidad a un juez estadounidense de origen mexicano, insistiendo en que sus preocupaciones eran válidas.
"Todo lo que quiero es averiguar por qué estoy siendo tratado injustamente por un juez. Y mucha gente está de acuerdo con esto", dijo el magnate inmobiliario a la cadena de televisión Fox News.
Trump ha sido blanco de ataques desde que la semana pasada criticó al juez de distrito Gonzalo Curiel, quien ve las demandas de fraude contra Trump University, una desaparecida escuela de negocios inmobiliarios del empresario neoyorquino.
El precandidato republicano sugirió que el origen de Curiel está influyendo en su opinión sobre el caso, debido a su retórica de campaña contra la inmigración ilegal. Trump se comprometió a cerrar con un muro la frontera con México, al que acusó de enviar violadores y narcotraficantes a Estados Unidos.
Las críticas contra el magnate inmobiliario aumentaron el domingo cuando se le consultó, si con la misma lógica, creía que un juez musulmán podría tener un sesgo en su contra por su promesa de prohibir temporalmente el ingreso de musulmanes a Estados Unidos en caso de llegar a la Casa Blanca.
"Es posible. Sí", dijo Trump en el programa de la cadena CBS "Face the Nation".
Líderes republicanos, incluyendo al presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y al líder del partido en el Senado, Mitch McConnell, han tomado distancia de los comentarios de Trump, diciendo que están preocupados de que el tono de su campaña pueda enfurecer a los latinos, un creciente bloque de votantes en Estados Unidos.
"Si esto no cambia, vamos a tener un gran problema", dijo el lunes en la cadena MSNBC el senador republicano por Arizona Jeff Flake. "Espero ser capaz de apoyar al candidato (del partido). Desde luego, ahora no puedo hacerlo", añadió Flake, cuyo estado tiene un gran porcentaje de votantes hispanos.
Hillary Clinton, que tiene la esperanza de obtener la nominación demócrata en las primarias del martes en varios estados, no pierde la oportunidad de destacar cuando los republicanos no están de acuerdo con su más probable abanderado en las elecciones de noviembre.
"Los comentarios intolerantes de @realDonaldTrump sobre el juez latino son tan desagradables, que incluso otros republicanos están ofendidos", dijo la ex secretaria de Estado en Twitter.
LLAMADA CON PARTIDARIOS
Un asediado Donald Trump reunió con urgencia a sus partidarios más visibles para defender sus ataques al juez de ascendencia mexicana durante una conferencia telefónica el lunes, en la que les ordenó cuestionar la credibilidad del juez.
"Lo vamos a superar", dijo Trump, de acuerdo con dos seguidores de él que estaban en la llamada y pidieron el anonimato al compartir la información con Bloomberg.
No hubo mención de disculparse o alejarse de su discurso ampliamente criticado.
Cuando el exgobernador de Arizona, Jan Brewer interrumpió la discusión para informar a Trump que su propia campaña había pedido dejar de hablar del caso en un correo electrónico el domingo, Trump preguntó varias veces quién había enviado el memorándum, e inmediatamente anuló lo anuló.
"Tomen esa orden y tírenla a la mierda", dijo Trump.
El memo fue enviado por Erica Freeman, miembro del personal que envía información a los partidarios. Trump dijo que no sabía nada de ella.
SE cuestionó abiertamente cómo la campaña podría defenderse si los partidarios no se les permitía hablar.
"¿Hay otras cartas estúpidas que fueron enviadas a ustedes, amigos?", dijo Trump. "Esa es una de las rezones por las que quiero tener esta llamada, porque ustedes están teniendo información a veces estúpida de gente que no es tan inteligente".
El empresario dijo que esperaba tener llamadas regulares con los partidarios con el fin de coordinar el mensaje de la campaña.