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De Alemania a Google, el mundo rechaza medida antimigratoria de Trump

La orden ejecutiva firmada por Donald Trump de prohibir la entrada a Estados Unidos de personas procedentes de países con mayoría musulmana ha desatado una ola de protestas tanto de grandes empresas como de gobiernos de otras naciones.

La oposición global a Donald Trump, presidente de Estados Unidos, se ha intensificado este lunes a medida que diversos líderes y compañías mundiales han condenado la medida de limitar de manera temporal la entrada al país de personas procedentes de países en su mayoría musulmanes, mientras que Alemania se comprometió a desempeñar un papel más importante en la escena internacional.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau y la canciller de Alemania, Angela Merkel, son algunos de los líderes que han criticado al mandatario estadounidense y que han asegurado que sus naciones no modificarán sus políticas migratorias.

Merkel externó su preocupación por esta prohibición durante una llamada con Trump este sábado, según a una declaración del portavoz Steffen Seibert publicada en Twitter. "No se justifica poner a personas de determinado país de origen o creencia religiosa bajo una sospecha general" a pesar de que los gobiernos tratan de lidiar con la amenaza del terrorismo, indicó el comunicado.

La creciente condena expuso las divisiones entre los aliados de Estados Unidos, las cuales no se limitaron al mundo de la política, puesto que el jefe ejecutivo de Netflix dijo que los cambios eran 'anti-estadounidenses', mientras que Google aconsejó el sábado a su plantilla, que podría ser afectada por esta medida, a regresar a Estados Unidos de manera inmediata.

Ese mismo día, dos jueces bloquearon de manera temporal la medida de Trump que habría llevado a retirar de los aeropuertos de ese país a refugiados, propietarios de visas y residentes legales procedentes de siete países. Ninguna de las sentencias anula la orden ejecutiva, la cual estará sujeta a audiencias judiciales.

Este lunes Google dijo que ha creado un fondo con el objetivo de recaudar hasta 4 millones de dólares para cuatro grupos defensores de los derechos de los inmigrantes. 

La empresa tecnológica dijo que entregará 2 millones de dólares a este fondo y que sus empleados pueden equipararlos con otros 2 millones. El dinero irá para la Unión Americana de Libertades Civiles (conocida como American Civil Liberties Union, ACLU), el Immigrant Legal Resource Center, el International Rescue Committee y la Alta Comisión de las Naciones Unidas para los Refugiados.

En tanto que la cadena estadounidense Starbucks planea contratar en los próximos cinco años a 10 mil refugiados en los 75 países en los que tiene presencia, según se comprometió el domingo por escrito su presidente Howard Schultz.

La empresa anunció que empleará a quienes huyen de las guerras, de persecuciones y de discriminaciones en los países donde está presente el grupo.

"Vivimos tiempos sin precedentes, en los que somos testigos de que la consciencia de nuestro país y la promesa del sueño americano se ha puesto en duda", dijo Schultz, quien afirma que la cadena de cafés quiere servir a sus clientes igualmente "en un país cristiano o un país musulmán".

Por su lado Airbnb anunció que alojará de forma gratuita a los afectados por el decreto de la administración Trump.

El presidente de Airbnb, Brian Chesky, dijo en Twitter que "Airbnb proporciona un alojamiento gratuito a los refugiados y a toda persona a la que se prohíbe ingresar a Estados Unidos".

Abrir fronteras nos acerca. Cerrarles divide aún más a Estados Unidos (...)

En tanto, Lyft, servicio de reserva de autos sin chófer, uno de cuyos accionistas es General Motors, prometió dar un millón de dólares a la organización de defensa de derechos cívicos American Civil Liberties Union (ACLU), que ha atacado ante la justicia estas restricciones a la inmigración.

Su competidor Uber, muy criticado la víspera en las redes sociales por su tibia reacción inicial, se comprometió a ayudar a los chóferes afectados, mientras que Elon Musk, presidente de Tesla, pidió a lsus seguidores en Twitter que le hicieran sugerencias sobre las posibles enmiendas al decreto migratorio.

Goldman Sachs también condenó este lunes el decreto antiingrante de Trump y el director general de la institución, Lloyd Blankfein, dijo que "si esta medida se aplica, reconozco que hay un riesgo potencial de alteración para la firma, especialmente para algunos de nuestros empleados y sus familias".

"No apoyamos esta medida", manifestó este lunes Blankfein, en un mensaje de audio interno del que la AFP obtuvo el texto.

La posición de Blankfein es, sin embargo, especialmente simbólica porque Trump ha nombrado a media docena de ejecutivos de Goldman Sachs en su gobierno. Son los casos de Steve Bannon, nuevo consejero de Seguridad Interior, y Steven Mnuchin, al frente del Departamento del Tesoro.

El director general de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, manifestó el domingo que el primer banco estadounidense en activos se prepara para encontrar una solución para sus empleados afectados por la medida.

'VETO EXTREMO'
Bajo la orden, la admisión de refugiados sería suspendida por un lapso de 120 días. Ciudadanos de Siria, Irak, Irán, Sudán, Somalia, Yemen y Libia tendrían prohibida la entrada a Estados Unidos por 90 días mientras que el gobierno determina qué información necesita de otras naciones para permitir su ingreso de manera segura.

La prohibición es un "visible insulto" a los musulmanes, a los cuales Irán "corresponderá con acciones legales, consulares y políticas", reportó la agencia oficial de noticias de ese país. Los Estados Unidos e Irán no han tenido relaciones diplomáticas formales desde poco después de la Revolución Islámica en 1979.

CANADÁ DA LA BIENVENIDA
En un tweet, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, afirmó que el país le daría la bienvenida a aquellos que huyen de "la persecución, el terror y la guerra. Canadá les dará la bienvenida cualquiera que sea su fe". Un mensaje similar fue dado por Mark Rutte, Primer Ministro holandés, quien enfatizó que los refugiados merecen un asilo seguro sin importar su origen o religión.


Anders Samuelsen, ministro de Asuntos Exteriores de Dinamarca, declaró que la medida es injusta.

La Primera Ministra del Reino Unido, Theresa May, afirmó que "no coincidimos con este tipo de enfoque y no es uno que vayamos tomar", esto dos días después de reunirse con el nuevo mandatario para comenzar a trabajar en nuevos acuerdos comerciales. Su previa negativa a condenar esta orden desató una oleada de críticas en Inglaterra, incluso algunas procedentes de colegas de su mismo partido.


También el primer alcalde de Londres musulmán, Sadiq Khan, calificó en su perfil de Facebook a esta decisión como "vergonzosa y cruel" y afirmó que esta nueva política "explota en la cara de los valores de libertad y tolerancia sobre los que Estados Unidos fue construido". El expresidente de México, Vicente Fox, también usó las redes sociales para comentar que la orden ejecutiva "había unido al mundo" en contra de Trump.

Con información de AP

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