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Ciberataque ruso en elecciones de EU es más grande de lo que se creía

Los hackers de Rusia atacaron sistemas electorales en un total de 39 estados, de acuerdo con Bloomberg, que cita a una persona con conocimiento directo en la investigación de Estados Unidos.

El ciberataque de Rusia al sistema electoral de Estados Unidos antes de la elección de Donald Trump fue mucho más extenso de lo que se ha revelado públicamente, incluyendo intrusiones a las bases de datos de los votantes y sistemas de software en casi el doble de estados de lo que se informó anteriormente.

En Ilinois, los investigadores encontraron evidencia de que los intrusos cibernéticos intentaron borrar o alterar los datos de los votantes. Los hackers accedieron al software diseñado para ser utilizado por los trabajadores electorales el día de las elecciones, y en al menos un estado accedieron a una base de datos de financiamiento de campaña.

Los detalles de la ola de ataques, realizados en el verano y el otoño de 2016, fueron proporcionados por tres personas con conocimiento directo de la investigación estadounidense sobre el asunto.

En total, los hackers rusos accedieron a los sistemas en 39 estados, dijo una de ellas.

El alcance y la sofisticación preocuparon tanto a los funcionarios de la administración de Obama que dieron un paso sin precedentes: quejarse directamente con Moscú.

En octubre, dos de las personas dijeron, la Casa Blanca contactó al Kremlin, en una conversación extraoficial, para ofrecer documentos detallados sobre lo que decía era el papel de Rusia en la intromisión en las elecciones y para advertir que los ataques podrían derivar en un conflicto más amplio.

Los nuevos detalles, reforzados por un documento clasificado de la Agencia de Seguridad Nacional recientemente revelado por Intercept, muestran el alcance de la supuesta intrusión informática que los investigadores federales estudian al tiempo que intentan determinar si los funcionarios de la campaña de Trump estuvieron involucrados en los esfuerzos.

También representan un panorama preocupante para futuras elecciones: la más reciente revelación de vulnerabilidades potencialmente profundas en el mosaico de tecnologías de votación de Estados Unidos llega menos de una semana después de que el exdirector del FBI James Comey advirtió al Congreso que Moscú no ha dejado de entrometerse.

"Vienen tras Estados Unidos", dijo Comey al Comité de Inteligencia del Senado que investiga la injerencia de Rusia en las elecciones. "Regresarán".

Una portavoz de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) en Washington declinó hacer comentarios sobre la investigación de la agencia.

EL KREMLIN LO NIEGA

Los funcionarios rusos han negado públicamente haber participado en los ataques cibernéticos relacionados con las elecciones estadounidenses, incluyendo una campaña de 'spear phishing' que comprometió la campaña de Hillary Clinton y el Comité Nacional Demócrata, entre cientos de grupos.

El presidente Vladimir Putin dijo en comentarios recientes a periodistas que criminales dentro del país podrían haber estado involucrados sin haber sido contratados por el gobierno ruso.

Uno de los misterios de las elecciones presidenciales de 2016 es por qué la inteligencia rusa, después de acceder a los sistemas estatales y locales, no intentó afectar la votación.

Una posibilidad es que la advertencia de Estados Unidos surtió efecto. Otro exfuncionario estadounidense que pidió el anonimato por tratarse de una investigación clasificada dijo que una explicación más probable es que varios meses de intrusiones informáticas no proporcionaron a los atacantes el acceso que necesitaban para tomar el control de los dispares sistemas de votación de Estados Unidos en más de 7 mil jurisdicciones locales.

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