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Castro pide a Obama devolver Guantánamo y levantar el embargo

En la primer visita de EU a Cuba en 88 años Castro y Obama marcaron sus diferentes posiciones aunque prevaleció en ambos la voluntad de avanzar en la normalización de las relaciones bilaterales.

LA HABANA.- Tuvieron que pasar 88 años para que un mandatario estadounidense pisara nuevamente suelo cubano, y Barack Obama no sólo lo logró, sino además dejó en claro en el Palacio de la Revolución, la nueva doctrina de la Casa Blanca hacia la isla, con quien se había mantenido las peores relaciones durante más de medio siglo.

"El destino de Cuba no será decidido por Estados Unidos ni por ninguna otra nación. El futuro de Cuba será decidido por los cubanos", declaró ayer Obama tras reunirse durante dos horas con Raúl Castro, con quien trató el levantamiento del embargo, la falta de libertades en la isla, el proceso de paz en Colombia, la lucha contra el narcotráfico, y la crisis económica y política en Venezuela.

En conferencia de prensa conjunta, Castro y Obama marcaron sus diferentes posiciones aunque prevaleció en ambos la voluntad de avanzar en la normalización de las relaciones bilaterales.

Castro situó el embargo y el mantenimiento de Guantánamo como los principales obstáculos al avance en los vínculos mutuos, a lo que Obama respondió que está seguro de que el bloqueo finalizará, aunque dejó en claro: "no puedo asegurar cuándo", e insistió en que es el Congreso de su país el que tiene que dar ese paso, pues sus facultades ejecutivas para suavizarlo "son cada vez menores", después de los cuatro paquetes de medidas anunciados en los últimos meses.

Añadió que el hecho de que en este viaje lo acompañen 40 legisladores, entre ellos varios republicanos, es una muestra de que existe cada vez más presión dentro del Congreso para poner fin al bloqueo. Al tema de Guantánamo no se refirió.

Raúl Castro admitió, por primera vez, que en Cuba no se cumplen todos los derechos humanos –"Ningún país lo hace", sentenció- al afirmar que la isla cumple 47 de los más de 60 acápites de la Declaración Universal de la ONU sobre esos derechos. Antes había asegurado que "los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales son indivisibles, interdependientes y universales".

Obama, por su parte, reconoció también por primera vez en público los avances cubanos en salud y educación.

Ambos presidentes trataron de sortear las preguntas comprometedoras. A la interrogante de por quién votaría, si por Hillary Clinton ó por Donald Trump, Raúl Castro dijo: "yo no voto en Estados Unidos".

Obama, en tanto, eludió referirse a la supuesta "represión del domingo contra las Damas de Blanco", y señaló que él visita países y se reúne con gobiernos con los que tiene profundas diferencias.

El mandatario cubano respondió a un periodista estadounidense que se refirió a los presos políticos en la isla, pidiéndole una lista de nombres.
"Si me la entregas hoy, esta misma noche los libero", enfatizó.

También hubo elogios mutuos, metáforas coincidentes como cuando Castro afirmó que un puente se destruye rápido pero lleva tiempo construirlo y Obama dijo que no se cambia una política de 50 años en una noche. Al final, en la primera conferencia de prensa a la que asiste en La Habana el presidente cubano desde que asumió el poder en 2008, Castro le levantó el brazo izquierdo a Obama, algo que habitualmente hace solo con amigos.

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