Monterrey

Trump malo para Tamaulipas y Nuevo León

A México no le hubiera ido mejor con Marco Rubio o Ted Cruz, en ese escenario por lo menos los estadounidenses hubieran preferido a Bernie Sanders o Hillary Clinton. En este mismo espacio editorial, en febrero de este año, anticipaba que la retórica del magnate no presentaba un real apoyo hispano y que poco favorecería a nuestra comunidad, con los meses esta apreciación se confirmó.

Ante la posibilidad de que Donald Trump llegará a sentarse en la Casa Blanca en los siguientes cuatro años, decir que es malo para Tamaulipas y Nuevo León no es un ardid, mucho menos es para restarle importancia de lo que perjudicial que sería para México que ese magnate fuera el próximo presidente de Estados Unidos, es una apreciación desde el enfoque del sector energético.

Si bien, a México no le hubiera ido mejor con Marco Rubio o Ted Cruz, en ese escenario por lo menos los estadounidenses hubieran preferido a Bernie Sanders o Hillary Clinton. En este mismo espacio editorial, en febrero de este año, anticipaba que la retórica del magnate no presentaba un real apoyo hispano y que poco favorecería a nuestra comunidad, con los meses esta apreciación se confirmó.

En aquella ocasión advertía que el establishment estadounidense no se había perfilado por apoyar algún partido o candidato en lo particular, pero que probablemente serían quienes impidan el progreso de Donald Trump, otra apreciación que en las últimas semanas está confirmándose, pero sigue la interrogante en el aire ¿Les alcanzará para detenerlo?

El sector energético de Estados Unidos no sólo se afectarían sus intereses con la construcción de un "muro" en la relación bilateral, que es justo lo perjudicial para Tamaulipas y Nuevo León, pues se están construyendo ductos marinos y terrestres para transportar hidrocarburos desde Texas a Tamaulipas, Nuevo León, Veracruz, San Luis Potosí, y Guanajuato. Adicionalmente hay que mirar tres componentes que hay detrás del candidato republicano.

Uno, Donald Trump ha prometido revivir la industria del carbón y reabrir las minas que se cerraron bajo la administración de Barack Obama por la revolución de la fractura hidráulica (fracking), justamente tiempo en el que Texas se convirtió en potencia mundial por la industria gasera y petrolera.

En ese sentido, Consol Energy es una de las empresas que apoya a Trump y una de las pocas carboneras que sobrevivieron. Está por demás mencionar que los trabajadores desempleados de ese gremio son electores clave de su grupo de simpatizantes.

Dos, particularmente Pennsylvania y Wisconsin son dos estados clave por sus votantes y que están afrontando una fuerte crisis económica por la salida de industrias, además por la mal lograda llegada de inversionistas del fracking que hicieron a un lado a las carboneras. Solo para dimensionar el impacto negativo que han tenido estas empresas, en Wisconsin –al igual que Minnesota- en 2014 no tuvieron producción de crudo completando la década más crítica del sector por lo que empezaron los cierres masivos de pozos de petróleo y gas tanto en tierras privadas, como estatales.

Ni que mencionar sobre el sector energético de Pennsylvania que tanto daño hn provocado a la economía, fuentes laborales y hasta el medio ambiente de esa entidad. Desde luego, la clase obrera serán aliados de Trump.

Tres, Trump asegura que el Tratado de Libre Comercio es el peor acuerdo comercial ¿Cómo será la nueva dinámica en las fronteras de Tamaulipas y Nuevo León? ¿Usted qué opina? www.daviddorantes.mx


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