Monterrey

Consumo privado sostiene crecimiento

OPINIÓN. La región de Alto desarrollo crecerá 2.0 por ciento en el año, mientras que las regiones de Alta marginación y de Desarrollo medio se incrementarán en 1.0 y 0.7 puntos porcentuales, respectivamente.

El consumo privado es el que ha sostenido el crecimiento en las
diversas regiones económicas del país, de acuerdo con el reporte
"Situación Regional Sectorial México", correspondiente al primer semestre de 2016, dado a conocer por el equipo de investigación
económica del grupo BBVA Bancomer.

Los analistas de BBVA Bancomer señalan que el consumo privado
ha seguido mejorando, lo que se puede explicar por la evolución
de las remesas en pesos, favorecidas por la depreciación de nuestra moneda frente al dólar, los ingresos del sector formal, medidos por la masa salarial del IMSS y la atractiva oferte de crédito, que ha impulsado el consumo de bienes duraderos, incluyendo la adquisición de vehículos.

Lo anterior se ha reflejado en las ventas internas de vehículos
automotores, en las ventas reportadas por la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio (ANTAD) y el buen dinamismo del sector servicios. 

El comportamiento reciente del consumo privado en México ha llamado la atención de los analistas. De acuerdo con el indicador que elabora el INEGI, el consumo privado ha registrado tasas de crecimiento positivas en los últimos 30 meses. Entre enero y mayo de 2016, el consumo
creció a una tasa acumulada de 3.6 por ciento.

El reporte de BBVA Bancomer menciona que el sector manufacturero
se ha visto afectado por la falta de dinamismo de las exportaciones, ocasionada por la debilidad de la economía norteamericana,
lo cual afecta las exportaciones de vehículos y otras ventas de manufacturas.

El reporte menciona también que la formación de capital ha
registrado una tendencia a desaceleración, especialmente en la
construcción, que es uno de sus componentes más importantes,
lo cual puede haber sido afectado por los recortes al gasto público.

Los analistas de BBVA Bancomer emplean una clasificación
económica de las entidades del país diferente a otras clasificaciones,
por ejemplo, la utilizada por el Banco de México en sus análisis regionales.

La regionalización de BBVA Bancomer incluye la región de Alto desarrollo, formada por la Ciudad de México; la región Turística, que incluye Baja California Sur y Quintana Roo; la región Industrial: formada por Aguascalientes, Baja CaliforniaCoahuila, Chihuahua, JaliscoEstado de México, Nuevo LeónQuerétaro, Sonora y Tamaulipas.

La región de Desarrollo medio está integrada por CampecheColima, Durango, GuanajuatoHidalgo, Michoacán, MorelosNayarit, Puebla, San Luis PotosíSinaloa, Tabasco, TlaxcalaVeracruz, Yucatán y Zacatecas; mientras que la región de Alta marginación está formada por Chiapas, Guerrero y Oaxaca

Los analistas de BBVA Bancomer consideran que el sector externo se reanimará en los próximos meses, lo cual se traducirá en un crecimiento de 1.9 por ciento en las manufacturas. Las divisiones que registrarán un
mayor dinamismo serán las relacionadas con la fabricación de equipo de transporte, productos electrónicos y equipos de comunicaciones.

Las previsiones de BBVA Bancomer son que el crecimiento para la economía nacional durante 2016 será de 2.2 por ciento. La región Turística será la que muestre un mayor dinamismo, con una tasa de 4.5 por ciento, seguida por la región Industrial, con un crecimiento de 3.5 puntos porcentuales.

La región de Alto desarrollo crecerá 2.0 por ciento en el año, mientras que las regiones de Alta marginación y de Desarrollo medio se incrementarán en 1.0 y 0.7 puntos porcentuales, respectivamente.

Debilidad industrial en Nuevo León
La producción industrial en Nuevo León registró una tasa de
crecimiento negativa de (-0.1) por ciento en abril, con lo que el
crecimiento acumulado en los cuatro primeros meses de 2016 fue de (-0.8) puntos porcentuales. Esta cifra es inferior al promedio nacional, que registró una tasa positiva de 0.8 por ciento en el periodo.

La caída en la producción industrial se debió principalmente a la contracción en la minería, que cayó (-15.1) por ciento en el periodo, mientras que la construcción se redujo en (-4.3) por ciento y la industria manufacturera disminuyó en 0.3 puntos porcentuales.

* Cesáreo Gámez es economista de la UANL, con Doctorado en la Escuela de Graduados de Administración y Dirección de Empresas
(EGADE) del ITESM. Es profesor de la Facultad de Economía de la
UANL y miembro del SNI-Conacyt.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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