Monterrey

¿Cómo (Re)Construir la Confianza?

OPINIÓN. Si se ha debilitado o roto la confianza en la familia empresaria es importante crear nuevas oportunidades para volver a construirla.

La con-fianza es una creencia o expectativa de que una persona cercana a nosotros actuará de forma benéfica—o al menos no en detrimento de nuestros intereses—frente a una situación o toma de decisiones determinada. Es una "garantía" o "fianza" que depositamos en el otro y que esperamos sea retribuida y honrada.

¿Cómo se Construye o Refuerza? Cumpliendo promesas y siendo consistentes. La confianza no se induce a voluntad; se aprende y nutre con acciones, con el intercambio de ideas y con la cooperación en proyectos comunes. Si durante estos procesos se cumplen y comunican las expectativas, la creencia se reafirma—o sea, la confianza se incrementa.

Y es que, tenerle confianza a alguien supone disminuir la incertidumbre futura, y sólo sabiendo las intenciones del otro—comunicación sincera—y honrando las promesas hechas de forma continua, podrá existir predictibilidad…y por ende, colaboración. Cuando la confianza es alta, la comunicación es fácil y la cooperación innata.

IMPORTANTE: No nos olvidemos de agradecer al que cumple sus promesas… ¡No demos por hecho que debe hacerlo!

¿Cuándo se Debilita o Pierde? Cuando el otro actúa de forma diferente a lo esperado, cuando nos sentimos "usados" o manipulados, cuando percibimos egoísmo en las decisiones tomadas o duplicidad de intereses.

Y es que, la acción de depositar confianza en otro está vinculada a nuestras emociones; por ello, cuando nos sentimos "injustamente tratados" nuestra confianza se debilita. Y cuando percibimos "traición", simplemente dejamos de creer.

SIGNOS DE ALERTA: Nula o muy baja comunicación entre los involucrados, desinterés o total indiferencia, bajo nivel de familiaridad y/o relaciones tensas, falta de admiración, pocos o ningún proyecto en común, irritabilidad y preconcepciones negativas.

¿Cómo se Re-Construye? Si se ha debilitado o roto la confianza en la familia empresaria es importante crear nuevas oportunidades para volver a construirla. ¿Por qué? Porque las buenas relaciones, la felicidad, el éxito de un proyecto empresarial común y la adquisición de los aprendizajes más valiosos se basan en ella. Además, antes de ser empresarios, somos familia, y en este sentido debemos entender que el amor no puede vivir donde no hay confianza. ¡Si no nos tenemos confianza como familia, mucho menos como socios!

El primer paso para reconstruir la confianza es cuestionar al que no cumple, solicitarle que nos explique su razonamiento y comunicarle nuestros sentimientos al respecto. Muchas veces, se hieren susceptibilidades sin querer. Sólo cuando existe una comunicación abierta, voluntad para enmendar errores y un compromiso fuerte para negociar y no volver a defraudar al otro, se puede perdonar y re-construir una relación.

No obstante, para que esto funcione, es imprescindible cumplir los acuerdos. De otra forma, los sentimientos de desconfianza serán reforzados y las emociones negativas potenciadas—"me volvió a ver la cara". Resultado: Una dinámica familiar mucho más quebrantada. La confianza requiere sinceridad, implica reciprocidad y se afianza en el compromiso.

Al final, es la confianza, y no sólo el interés, el que mantendrá a la familia empresaria unida a lo largo del tiempo. Y es que, el dinero, como pegamento, contiene hasta cierto punto, pero nunca sustituye el ímpetu de las emociones,…positivas o negativas.

La autora es Socia de Trevinyo-Rodriguez & Asociados, Fundadora del Centro de Empresas Familiares del TEC de Monterrey y Miembro del Consejo de Empresas Familiares en el sector Minero, Petrolero y de Retail.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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