Monterrey

Enrique Silva: ¿Escuchar o encuestar?

Se publican aquí y allá reportes de “encuestas” y pareciera que la lucha es por “atinarle” a lo que resultará en la elección.

En mi opinión se han hecho muchas encuestas y se ha escuchado poco a la gente. Se publican aquí y allá reportes de “encuestas” y pareciera que la lucha es por “atinarle” a lo que resultará en la elección (presidencial, gubernatura, senado, alcaldías, congreso federal y congresos locales).

Las encuestas son herramientas estructuradas de recolección de datos que suelen involucrar preguntas cerradas o de opción múltiple. Los encuestados responden a preguntas específicas sobre sus opiniones, actitudes, comportamientos o características demográficas.

Usualmente, éstas se basan en una muestra representativa de la población objetivo y se diseñan para obtener resultados cuantitativos. Se utilizan para medir la prevalencia de ciertas actitudes, la distribución de opiniones, el conocimiento sobre un tema, la intención de voto, entre otros.

Una encuesta podría preguntar a los ciudadanos sobre su preferencia por un candidato político, sus hábitos de consumo, su nivel de satisfacción con un producto o servicio, etc.

Pero, lo que no hacen las encuestas es escuchar la parte cualitativa. Los ejercicios demoscópicos están limitados por altas tazas de rechazo (entre 50 y 60% de intentos) y abandonos (entre 15% y 20% de encuestados que no quieren continuar respondiendo).

Por otro lado, la escucha y observación de campo no tienen esa limitante. Se puede obsrvar y escuchar desde diversas perspectivas. Este tipo de estudios permiten una inmersión del investigador en el entorno natural de estudio, interactuando directamente con los sujetos y observando sus comportamientos, interacciones y prácticas culturales.

La escucha y la observación en campo se centran en la comprensión profunda de las dinámicas sociales, culturales y contextuales, lo cual a estas alturas es más importante que conocer “la carrera de caballos”, es decir las preferencias electorales.

Candidatas y candidatos necesitan comprender al electorado de una manera cualitativa, humana y personal. Las decisión del voto es para algunos emocional y para otros racional, y sea como sea hay que comprender sus motivaciones para preferir una u otra alternativa.

Lo que vemos en esta campaña presidencial al parecer exhibe la carencia de estudios sociales profundos y que se reflejen en los contenidos de las campañas. En este momento no hay duda que es mas inportante observar y escuchar al elector que solo encuestarlo. Seguiremos observando.

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