Mercados

Esto es lo que sabemos de la investigación en el mercado de bonos

La pesquisa, sin precedente en el país, será por la presunta manipulación y prácticas monopólicas en el mercado de bonos emitidos por el Gobierno mexicano.

Una investigación en el mercado de intermediación de deuda gubernamental en México podría escudriñar transacciones hechas hasta 10 años atrás de todos los instrumentos federales y estatales emitidos en busca de posibles prácticas monopólicas de operadores, dijo un funcionario involucrado en la pesquisa.

Esta semana, la autoridad de competencia, la Cofece, anunció que en octubre de 2016 inició una indagatoria en busca de posibles acuerdos entre los participantes del sector para manipular un mercado que opera alrededor de 100 mil millones de pesos diarios (5 mil 300 millones de dólares).

El mercado en el que actualmente hay valores en circulación por 6.2 billones de pesos, todos, sí, todos los participantes serán investigados.

Desde los bancos y casas de bolsa, hasta las sociedades de inversión, incluidas las que administran los fondos de ahorro para el retiro, serán parte de una pesquisa sin precedente en el país realizada por la Comisión Federal de Competencia (Cofece).

El caso que investiga este regulador es el de la presunta manipulación y prácticas monopólicas en el mercado de bonos emitidos por el Gobierno mexicano a todos sus niveles, desde el federal hasta el municipal, además del IPAB y empresas productivas del estado.

La colusión y posible intercambio de información entre participantes podría haber generado una manipulación de precio o de demanda en ese mercado por parte de las instituciones que los negocian, lo que violaría la Ley Federal de Competencia.

"Es una investigación amplia, en donde estamos analizando a todos los intermediarios financieros que participaron en las subastas (de valores gubernamentales)", explicó en entrevista con EL FINANCIERO Carlos Mena, titular de la autoridad investigadora de la Cofece.

"Los intermediarios financieros que pueden ser postores son las instituciones de crédito, casas de bolsa, sociedades de inversión y en específico las Siefores. Los formadores de mercado, que participan como postores y que tienen un rol particular, también serán investigados".

Estas averiguaciones incluirán tanto al mercado primario de bonos, es decir, las emisiones que realizar el gobierno, como al secundario, que abarca la compra y venta entre instituciones y particulares. Su alcance, además, cobra relevancia debido al amplio espectro de participantes que podrían verse afectados.

La investigación tiene un plazo inicial de hasta 120 días calendario a partir del inicio de la pesquisa, pero puede ampliarse hasta por cuatro veces por el mismo lapso.

Uno de los principales perjudicados sería el gobierno, pues las prácticas monopólicas podrían derivar en un mayor costo de endeudamiento, lo cual también tendría efectos en los inversionistas y consumidores.

En tanto, en el sector más masivo, se encuentran las más de 39 millones de personas que cuentan con una cuenta de ahorro para el retiro, quienes también podrían verse afectadas, dado que poco más del 50 por ciento del portafolio de las siefores está invertido en deuda gubernamental.

ALTA CONCENTRACIÓN

De acuerdo con un operador de deuda, quien pidió no ser identificado por políticas corporativas, hay tres o cuatro bancos u operadores que tienen el mayor flujo en el mercado de renta fija del gobierno federal. Precisó que estos participantes proveen mucho flujo y liquidez al mercado. El problema es que los bancos de menor capitalización no tienen mucha oportunidad ante ello.

Añadió que es difícil notar el punto en el proceso de la intermediación en el que se puede realizar una práctica monopólica, debido a que en una operación se sabe el comprador, el vendedor y el bróker, pero no existe un historial de todas las manos por las que ya pasó un bono. El problema, asegura, es la estructura del mercado mexicano, que privilegia a los participantes "más grandes".

En México, los principales tenedores de valores gubernamentales son los fondos de pensiones y las sociedades de inversión, pues acaparan más del 30 por ciento del total, mientras que los bancos tienen solamente el 3.9 por ciento.

Al cierre de 2016, del total negociado en el mercado de deuda, 64.8 por ciento correspondió a valores emitidos por el gobierno.

Con información de Reuters

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