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Banco de Inglaterra sube tasas por primera vez en diez años

Con siete votos a favor y dos en contra, el Banco de Inglaterra elevó su tasa de referencia a 0.50 por ciento desde un 0.25 por ciento, revirtiendo un recorte de emergencia realizado en agosto de 2016.

Por primera vez en más de 10 años, el Banco de Inglaterra subió este jueves las tasas de interés y dijo que espera que en los próximos tres años se necesiten solo aumentos "muy graduales" del costo del crédito.

Las nueve autoridades que fijan las tasas en el BoE (por sus siglas en inglés) decidieron por siete votos a dos aumentar la tasa de referencia a 0.50 por ciento desde un 0.25 por ciento, revirtiendo un recorte de emergencia realizado en agosto de 2016, poco después de la impactante decisión de los votantes británicos de abandonar la Unión Europea.

Se trató de la primera vez que el Banco de Inglaterra aumenta el costo del endeudamiento desde 2007, antes del estallido de la crisis financiera mundial que llevó a Gran Bretaña a su recesión más profunda en décadas.

No obstante, la libra esterlina caía cerca de un céntimo frente al dólar y los rendimientos de los bonos gubernamentales perdían unos 5 puntos básicos por la reacción de los mercados ante la cauta aproximación del BoE a las futuras alzas de tasas.

La entidad no repitió comentarios previos sobre la subestimación por parte de los mercados de la extensión de los futuros incrementos.


El gobernador del BoE, Mark Carney, dijo que la gran novedad
generada por el aumento de tasas creó cierta incertidumbre sobre su impacto en la economía, pero indicó que no hay razones para esperar que sea más largo de lo normal. También es probable que suban las presiones inflacionarias domésticas, agregó.

"No nos importa tanto dónde está la inflación ahora, sino hacia dónde va", comentó Carney en un discurso tras la decisión. Sin embargo, añadió que incluso tras el incremento, la política monetaria aportará un apoyo significativo al empleo y la actividad.

Los dos miembros del Comité de Política Monetaria que votaron por mantener las tasas sin cambios, los vicegobernadores Jon Cunliffe y Dave Ramsden, compartieron la visión generalizada  entre los economistas ajenos al BoE de que el crecimiento salarial es demasiado débil para justificar un alza de tipos.

No obstante, la mayoría apoyó empezar a ajustar la política pese al flojo desempeño de la economía británica este año, "con el fin de lograr que la inflación vuelva a su objetivo de forma sustentable", indicó el BoE en un comunicado. "Todos los miembros coinciden en que cualquier alza futura en las tasas tendrá un ritmo gradual y un alcance limitado", añadió.

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