Financial Times

Robots se codean con trabajadores humanos

Les presento a Sawyer. Es lo último en robots, diseñado para acelerar la automatización en las fábricas al asumir tareas que antes dependían de la destreza manual y la buena vista de los humanos.

Les presento a Sawyer. Es lo último en robots, diseñado para acelerar la automatización en las fábricas al asumir tareas que antes dependían de la destreza manual y la buena vista de los humanos.

Esta máquina es uno de dos nuevos "robots colaborativos", o "co-bots", lanzados esta semana como parte de una nueva generación de robots asequibles y de poco peso que están abriendo nuevos mercados y aplicaciones más allá de la manufactura de automóviles y semiconductores, donde los robots han sido un sostén principal por décadas.

Las empresas de robots se han estado apresurando a desarrollar co-bots, los cuales pueden trabajar junto con empleados en vez de detrás de una jaula de seguridad, mientras buscan capitalizar una tendencia creciente entre los fabricantes a usar la tecnología para competir en medio del aumento del costo de los salarios y la escasez de mano de obra.

Presentado el jueves, Sawyer está hecho por Rethink Robotics, basado en EU, que también fabrica el humanoide de doble brazo conocido como Baxter. Sawyer, de un solo brazo, es más preciso, rápido y pequeño que Baxter, lo cual le permite automatizar una gama de tareas más amplia, como la carga/descarga de máquina herramienta y comprobar tarjetas de circuito en la industria electrónica. También puede cargar más peso. Baxter ha sido usado mayormente para tareas de embalaje en las fábricas y para la investigación académica.

Universal Robots de Dinamarca, uno de los primeros fabricantes de co-bots, también presentó su tercera máquina esta semana. Su último modelo, apodado UR3, es una máquina más pequeña de mesa que se puede usar para ensamblar, pulir, pegar y atornillar una gama de componentes. Sus robots se usan para empacar millones de huevos y también se pueden encontrar en la fábrica de motores Volkwagen en Salzglitter, Alemania. El año pasado Volkswagen dijo que piensa usar robots para hacer frente a la escasez de nuevos obreros causada por los trabajadores mayores que se jubilan.

Dan Kara, director de práctica robótica en ABI Research, cree que los últimos modelos ayudarán a aumentar el número de robots colaborativos que se usan en las fábricas.

Los robots colaborativos de peso ligero son más baratos, diestros y fáciles de mover entre tareas y no requieren habilidades de programación especializadas. A muchos se les pueden enseñar nuevos movimientos simplemente tomando el brazo del robot y moviéndolo para mostrarle lo que debe hacer.

Sawyer será mercadeado por 29 mil dólares, comparado con una suma de seis cifras para un robot industrial. Universal Robots vende sus brazos de robots flexibles y ligeros a precios entre 20 mil a 30 mil euros.

Esto ha contribuido a hacer la automatización más accesible a negocios pequeños y de tamaño mediano que previamente no podían costearse los caros y pesados robots industriales o no los consideraban económicos para volúmenes de producción más pequeños o manufactura por contrato.

Muchos fabricantes están usando co-bots para asistir a sus trabajadores humanos, así como para quitarles trabajo considerado ergonómicamente desfavorable. Los trabajadores son típicamente reasignados a tareas de más alto valor que los robots no pueden hacer, las cuales requieren habilidad y entendimiento, o son reentrenados para dirigir a los robots.

Fabricantes de robots, como la empresa española PAL Robotics, también están desarrollando co-bots móviles. Rich Walker, director general de Shadow Robots, una empresa británica que fabrica manos de robots, cree que éstos impulsarán más el uso de co-bots.

Otra tendencia que beneficia las ventas de co-bots es la adopción de la automatización por los fabricantes chinos. El país, antiguamente el "taller de labor manual del mundo", se convirtió en el mayor comprador de robots industriales en el 2013, al tratar de impulsar las ganancias de la productividad después de ser golpeado por crecientes costos de sueldo y escasez de mano de obra.

Pero a pesar de la expectación sobre la colaboración humana-máquina, las ventas de co-bots son una pequeña proporción de los 179,000 robots industriales que se venden cada año. La mayoría de las ventas de robots siguen siendo las tradicionales grandes máquinas enjauladas.

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