Financial Times

El último paraíso fiscal

Otros centros extraterritoriales ceden ante la presión para cumplir los estándares internacionales y al final, parece que éste es el último paraíso fiscal.

Los últimos paraísos fiscales en resistirse a la campaña mundial en contra de la evasión han cedido ante las crecientes presiones políticas que han surgido debido a la filtración de los Papeles de Panamá, dijeron expertos ayer.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con sede en París dijo que se habían logrado "enormes progresos" durante el pasado año, pues reveló que no habría importantes centros extraterritoriales en la lista negra de "paraísos fiscales no cooperativos" que había preparado para el grupo G20 de grandes países.

Informó de que sólo un país — Trinidad y Tobago — había dejado de cumplir con los estándares internacionales de transparencia. La OCDE dijo que no contaba con un gran sector financiero y no se consideraba un riesgo significativo.

También dijo que las amnistías fiscales durante los últimos ocho años habían recaudado cerca de 85 mil millones de euros en impuesto extra, pues más de 500 mil contribuyentes habían divulgado activos extraterritoriales. En Indonesia, por ejemplo, se han declarado 336 mil millones de dólares en activos ocultos.

Las medidas hacia una mayor transparencia son resultado de la intensificación de la presión sobre los paraísos fiscales que se inició durante la crisis financiera mundial, pero recibió un nuevo impulso el año pasado con la publicación de los Papeles de Panamá. Estos documentos filtrados desde un bufete de abogados panameño mostraron el uso de empresas extraterritoriales fantasmas, lo cual provocó una protesta internacional.

Los últimos compromisos han reducido el riesgo de que paraísos fiscales como Panamá, Emiratos Árabes Unidos y Bahamas atraigan dinero de otros centros que habían adoptado normas más estrictas.

A raíz de las revelaciones de los Papeles de Panamá, el G20 le pidió a la OCDE que elaborara una lista de paraísos fiscales recalcitrantes de cara a la cumbre de líderes del G20 en julio de 2017.

La lista negra incluiría países que no cumplen al menos dos de los tres criterios: ser al menos "ampliamente cumplidores" en cuanto al intercambio de información fiscal a petición; un compromiso de intercambio automático de información; y el compromiso de intercambiar información de manera suficientemente amplia o "multilateral".

La OCDE dijo que todos los países importantes y centros financieros habían acordado el intercambio automático de información y habían firmado, o pedido firmar, el tratado multilateral para aplicarlo.
Cuatro de cinco países ya habían puesto en práctica las leyes necesarias para cumplir con sus compromisos, que resultará en la entrega de los detalles de saldos de cuentas bancarias, intereses, dividendos e ingresos procedentes de productos de aseguramiento a las autoridades fiscales extranjeras a partir de septiembre.

Alex Cobham, jefe ejecutivo de Tax Justice Network, un grupo de campaña, dijo que los criterios no son lo suficientemente amplios, pues algunos países como Suiza y muchos países de la OCDE estaban planeando extender la transparencia más allá de lo absolutamente necesario, excluyendo a muchos países de bajos ingresos.

Dijo: "Durante los últimos años, la OCDE ha hecho grandes progresos en algunos ámbitos de la transparencia fiscal... Es desalentador ver a la OCDE volver a caer en el viejo patrón de creación de "listas negras" de paraísos fiscales sobre la base de criterios que son tan débiles que carecen prácticamente de sentido y, luego, declarar el éxito cuando la lista está vacía".

Añadió que EU era "el elefante en la habitación". "Si se fuera a hacer una lista negra de paraísos fiscales con un solo miembro, no sería una pequeña isla del Caribe; sería el paraíso fiscal de EU".

La OCDE dijo que EU no había acordado comprometerse a unirse a las "normas comunes en materia de presentación de información", como es conocida la iniciativa de intercambio automático. Pero dijo que EU intercambiaba automáticamente cierta información bajo sus propias reglas de intercambio automático, conocida como la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras.

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