Cementos Chihuahua llegó a tener una deuda con costo de 8 mil 740 millones de pesos en 2010, que comenzó a reducir mediante la venta de activos, como la de una participación en Bolivia. Al cierre de junio de 2015, la deuda con costo de la cementera era de 6 mil 850 millones de pesos.
Enrique Escalante, CEO de Cementos Chihuahua, destacó que el balance de la empresa es sólido, gracias a una mayor disciplina financiera.
"Concluimos el primer semestre del año con un índice de apalancamiento de deuda a EBITDA de 2.7 veces. En el 2013, el índice era de 4.6 y en la punta de la crisis estuvimos poquito arriba de 5 veces", dijo.
El incremento en los niveles de deuda que vino con la crisis fue seguido por estrategias como la reducción temporal de su planta laboral, e incluso con la búsqueda de nuevos mercados en Estados Unidos, provocando que enviara cemento a lugares fuera de su radio de operación, a fin de seguir vendiendo.
La empresa continúa realizando esfuerzos para disminuir su deuda; la semana pasada concluyó un refinanciamiento por 194 millones de dólares, logrando mejorar su perfil de vencimientos, lo que le permitirá contar con la capacidad para fondear futuras adquisiciones.
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