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Reino Unido prohibirá vehículos diésel y de gasolina para 2040

A fin de combatir la contaminación ambiental, Reino Unido se suma a los países europeos que están prohibiendo la venta de automóviles con combustibles fósiles. Sin embargo, ambientalistas señalan que 2040 es demasiado tarde.

El Reino Unido prohibirá las ventas de automóviles diésel y de gasolina para 2040 a fin de combatir la contaminación ambiental, otro país europeo más en adoptar la tecnología de vehículos eléctricos como el futuro del transporte.

Se espera que el secretario de Medio Ambiente, Michael Gove, anuncie el plan este miércoles, dos semanas después de que Francia revelase su estrategia para convertirse en un país neutro en carbono poniendo fin a la venta de automóviles con combustibles fósiles, también para 2040.

El cambio mundial hacia los vehículos eléctricos creará trastornos para el sector: desde las grandes petroleras perjudicadas por la caída de la demanda de gasolina a fabricantes de bujías y de inyección de combustible cuyos productos no son necesarios en los automóviles eléctricos.

En el Reino Unido, la medida se debe en parte a la estricta normativa de emisiones de la UE que el país debe seguir pese a su salida prevista del bloque.

Los fabricantes de automóviles ya se están adaptando a la nueva realidad. Volvo, el fabricante de coches sueco, anunció el fin del "coche con motor de combustión exclusivo" y dijo que para 2019 todos sus automóviles tendrán un motor eléctrico. BMW anunció el martes que fabricará una versión eléctrica de su emblemático mini compacto en el Reino Unido.

"El Gobierno está en lo correcto al poner una fecha de caducidad a los motores sucios de gasolina y diésel, pero 2040 es demasiado tarde", dijo Areeba Hamid, activista medioambiental de Greenpeace UK. "Los fabricantes de automóviles como Volvo han anunciado su intención de alejarse de la gasolina y el diésel a finales de esta década. Alemania, la India, los Países Bajos y Noruega están considerando prohibiciones para 2030 o antes".

El Reino Unido tiene previsto invertir más de 800 millones de libras esterlinas en tecnología sin conductor y sin emisiones y ha sentado las bases para invertir 246 millones de libras en investigación de tecnología de baterías.

En lo que los críticos ya están señalando como una preocupación, las autoridades locales serán las encargadas de imponer gravámenes a los vehículos diésel más contaminantes a partir de 2020, según informó el Daily Telegraph.

El plan es instar a las autoridades locales a reducir las emisiones en primer lugar, instalando filtros en vehículos diésel, cambiando la configuración de las vías de circulación y eliminando los badenes de velocidad, dijo el diario.

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