Al menos cinco modelos de marcas automotrices han puesto en peligro la seguridad de las personas debido a defectos de fábrica que no fueron detectados y resueltos antes de su comercilización.
En México, las armadoras no han estado exentas de revisiones. En 2013, por medio de la Procuraduría Federal del Consumidor se realizaron 12 llamados a revisión, principalmente de los modelos RAM 1500 y Jeep de Chrysler, pero no se identificaron accidentes fatales relacionados con los defectos.
Otro modelo llamado a revisión fue el Pontiac G5 modelos 2005 a 2007, de los cuales en México se revisaron 6 mil 130 unidades. En el país no se registraron decesos, pero en Estados Unidos el desperfecto provocó la muerte de muchas personas.
Este auto comparte plataforma con el Chevrolet Cobalt, unidad que tuvo problemas en el sistema de ignición que causaba el apagado del auto en movimiento, derivando en colisiones trágicas.
Otra es la Honda Odyssey, que tuvo problemas en su sistema de frenado debido a que este se detenía sin que el conductor apretara el pedal. No causó la muerte de personas, pero se denunciaron algunos choques. Honda de México llamó a revisión a 9 mil 454 unidades de la minivan modelos 2007 y 2008 para instalar una cubierta en el modulador del sistema ABS de frenado.
En 2012, hubo dos autos que fueron lanzados al mercado y retirados poco tiempo después por problemas presentados en su motor.
Marca: Toyota
Modelo: Tacoma
Año de suceso: 2010
Falla: Pedal de acelerador
Marca: Ford
Modelo: Escape
Año de suceso: 2012
Falla: Tubería de motor
Marca: GM
Modelo: Chevrolet Volt
Año de suceso: 2012
Falla: Batería
Marca: Honda
Modelo: Odyssey
Año de suceso: 2013
Falla: Frenos
Marca: GM
Modelo: Pontiac G5
Año de suceso: 2014
Falla: Sistema de ignición