Los abogados que contrató General Motors para indemnizar a las víctimas de accidentes generados por interruptores de encendido defectuosos en vehículos de la marca han terminado de definir qué reclamos son procedentes y rechazaron el 91 por ciento del total.
El fondo de indemnizaciones que encabeza el abogado Kenneth Feinberg aprobó 399 de los 4 mil 343 reclamos presentados. Rechazó 3 mil 944.
Camille Biros, administradora adjunto del fondo, dijo el lunes que los reclamos rechazados "no podían sustentar relación alguna con los interruptores de encendido".
Dijo, por ejemplo, que hubo reclamos por unidades que no fueron parte del conjunto de vehículos cubiertos por el llamado a revisión para reparar los interruptores de encendido defectuosos.
En otros casos, las bolsas de aire se inflaron en un accidente, indicio de que los interruptores de encendido no estaban defectuosos, dijo Biros.
El año pasado, General Motors solicitó a los dueños de 2.6 millones de vehículos pequeños que los llevaran a taller para repararles los interruptores porque podían zafarse de la posición de encendido. Si esto ocurre, el motor se apaga imprevistamente, además de que se desactivan las bolsas de aire, y la asistencia para la dirección y para los frenos.
El fondo ha presentado propuestas para resolver diversos casos relacionados a accidentes, 124 por muerte y 275 por lesiones. De esa cifra, 325 fueron aceptadas, ocho rechazadas y 65 están en suspenso.
Otro reclamo por lesiones fue agregado en la última semana a la lista de casos procedentes.
Las familias de los fallecidos recibirán cuando menos un millón de dólares. General Motors ha destinado 625 millones de dólares a la entrega de indemnizaciones.
General Motors dijo en documento presentado en el segundo trimestre ante autoridades bursátiles que había pagado hasta el 17 de julio 280 millones de dólares para indemnizar a víctimas y las familias de personas que sufrieron accidentes a causa del interruptor de encendido.
La compañía dijo que enfrenta 181 demandas debido a lesiones o muerte por negligencia en relación a vehículos defectuosos en Estados Unidos y Canadá.
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