MÉRIDA, Yucatán.- Mediante una inversión de mil 500 millones de pesos, que empezarán a fluir en enero de 2017, la empresa yucateca Dipensa busca convertir al puerto de Progreso en un importante polo industria del sector naval con la operación del astillero más moderno de América Latina para ensamblar equipo y partes de embarcaciones petroleras de compañías internacionales, así como dos diques.
En entrevista con El Financiero el director de Dipensa, Rubén Peniche Pérez, explicó que el proyecto se concretará en dos etapas, la primera estará concluida en 18 meses con la puesta en servicio de los dos diques, cuya inversión es de 900 millones de pesos y que se construyen con tecnología y supervisión de especialistas holandeses.
La segunda parte del proyecto, destacó, prevé en un plazo de cinco años la operación del astillero que será el más moderno de Latinoamérica para atender a las compañías navieras del sector mercantil, científico, y de la flota offshore de la industria petrolera existente en la sonda de Campeche y Golfo de México, debido a la ubicación estratégica que tiene el Puerto de Progreso.
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Tanto para el diseño y construcción del astillero y el dique modular flotante serán desarrollados por la empresa holandesa Damen, uno de los líderes mundiales en Astilleros de construcción y reparación naval con quien se firmó un contrato, anotó.
Sobre el dique, detalló, será de última tecnología de 80 metros de eslora, 32 metros de manga y tres mil 200 toneladas de capacidad de levante y proveerá todos los equipos de última tecnología necesarios para la operación del astillero así como el lay out del diseño del mismo
La mayor parte de las embarcaciones que operan en la zona por sus dimensiones de eslora y manga, podrán ser reparadas en los diques de Progreso, así como las atracadas en los muelles para su reparación a flote, indicó.
En el caso de las embarcaciones, agregó, requieren de reparaciones como mínimo cada dos años y medio.
El empresario apuntó que el astillero pretende obtener la autorización para operar como Recinto Fiscalizado Estratégico, que es el espacio físico autorizado por el Sistema de Administración Tributaria, el cual se permite la introducción por tiempo limitado de mercancías extranjeras, nacionales o nacionalizadas, para ser objeto de manejo, almacenaje, custodia, exhibición, venta, distribución, elaboración, transformación o reparación.
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El proyecto también contará con talleres de maquinado, compra venta de acero, mantenimiento eléctrico, tuberías y válvulas; reparación e inspección de balsas salvavidas; áreas de almacenes fiscalizados para el almacenamiento o exposición de mercancías de importación o exportación; asesoría, capacitación y mantenimiento industrial; avituallamiento y venta de combustibles, recalcó.
Peniche Pérez sostuvo que por la posición estratégica de la Península de Yucatán el astillero de Progreso provee de todas las cualidades y características necesarias para prestar un servicio altamente competitivo en precios, tiempos de ejecución, cumplimiento a cliente, medios de transporte y de comunicación idóneos.
Además, por contar con el Recinto Fiscal Estratégico los costos se volverán más económicos, ya que la gran parte de las piezas a reparar, insumos para trabajar y materiales provienen del extranjero, se podrá evitar pagar impuestos de importación y cuotas compensatorias, expuso.
Incluso a Progreso Yucatán ya arriban muchas líneas navieras que tienen conexiones con todo el mundo, por lo que el suministro y abasto de materias primas está garantizado con un sistema logístico de máxima eficiencia ya que el astillero se encuentra situado en el mismo puerto que las terminales de carga y esto agiliza las cosas de forma única, asentó.