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Estirar las piernas en un avión, se puede, pero te costará más caro

Aerolíneas como Volaris, Aaeroméxico e Interjet registran en promedio 140 asientos por aeronave, 16 por ciento más que en 2010, lo que les ha permitido reducir tarifas y aumentar ingresos, pero sacrificando el confort de los pasajeros.

Viajar en avión es cada vez más incómodo, debido a que varias aerolíneas incrementaron el número de asientos, con la finalidad de subir sus ingresos y bajar los precios de sus boletos, sacrificando el confort de sus pasajeros.

En 2015, Aeroméxico, Volaris, Interjet y VivaAerobus registraron en promedio 140 asientos por aeronave, 16 por ciento más que en 2010, según cifras de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

Esto, aunado a mejores factores de ocupación, permitió a las aerolíneas aumentar 17.4 por ciento sus ingresos por aeronave en el mismo periodo.

Desde el aspecto de las tarifas aéreas, Aeroméxico y Volaris, empresas listadas en la BMV, registraron disminuciones desde 2012 a la fecha de 11 y 8.4 por ciento en el precio de sus boletos, respectivamente.

Sin embargo, hay casos en que los pasajeros no pueden reclinar sus asientos o estirar los pies para descansar, aún cuando son vuelos de más de dos horas, lo cual no sucedía hace cinco o 10 años.

Un ejemplo de los inconvenientes que hay por la limitación en los espacios, ocurrió en un vuelo de Interjet que salió de Chetumal con destino a la Ciudad de México.

En esa ocasión uno de los pasajeros sufrió un percance con su computadora portátil, cuando la persona que estaba sentada delante de él reclinó su asiento y provocó que la pantalla del equipo, que estaba en su mesa de descanso, se rompiera ante la falta de espacio entre los asientos, a pesar de que la aerolínea en la que viajaba es la que menos butacas tiene por avión.

"Cuando el pasajero reclamó, la aerolínea le explicó que no era responsabilidad de la empresa, ni del pasajero que reclinó su asiento, así que no hubo nada más qué hacer, le dijeron que fue un accidente", explicó un testigo.

Miguel Peláez, titular de la DGAC explicó que estas situaciones se explican porque hay mayor demanda de viajeros e implica un alza de ingresos para las empresas.

"En un vuelo, una aeronave con 50 asientos te da un ingreso determinado, respecto a la misma con 100 asientos. Esto se asocia íntimamente con el fabricante que estipula los asientos máximos y los mínimos para una aeronave y en eso juegan las aerolíneas a su conveniencia", explicó.

"Una aerolínea que le mete menos asientos a sus aviones deja más espacios entre pasajeros, pero el boleto te va costar más que con la aerolínea de bajo costo donde el pasajero va a estar más apretado", agregó el funcionario.

Aeroméxico, la línea aérea más grande del país por tráfico movilizado, registró en 2010 un promedio de 104 asientos por avión, y al finalizar 2015 alcanzó 125, un incremento de 20.2 por ciento.

En el caso de las aerolíneas de bajo costo, Volaris operaba en 2010 aviones de 145 asientos en promedio, y ahora aumentó a 168, un alza de 16 por ciento en sus plazas.

VivaAerobus, que está por finalizar un proceso de renovación de flota, ahora maneja equipos Airbus A320 y dejó en el pasado los Boeing 737. Con esto, sus aeronaves tienen en promedio 170 butacas, 15 por ciento más que las 148 de 2010.

Interjet es un caso particular. Además de seguir con la operación de los A320 con 150 asientos que ya tenía en 2010, ahora también maneja los Superjet de 103 plazas. Así, sus asientos por aeronave se han reducido de 150 a 132.

"Lo que están realizando las aerolíneas en general es aprovechar los espacios de los aviones para meter más asientos y así cuidar la rentabilidad. Por otro lado, para el usuario esto representa un menor confort, y posiblemente reducción en tarifas", señaló Marco Montañez, analista de Vector Casa de Bolsa.

Aeroméxico facturó 376 millones de pesos por avión en 2015, 27.4 por ciento más que en 2010.

Esto se da principalmente por la configuración del Boeing 737 que ahora cuenta con 160 asientos; el fabricante los diseñó con 36 plazas más, sin embargo, sólo tienen seis metros más de largo que hace cinco años.

La firma cuidó la mezcla de sus asientos para clase premier y turista, pero en algún lugar del avión se sacrificaron centímetros entre asientos.
Volaris en 2015 tuvo ventas por 325 millones de pesos por aeronave en promedio, 25 por ciento más que un lustro atrás.

La empresa trajo los aviones A321 con 230 asientos y saca poco a poco los A319 con 138 lugares.

En tanto, VivaAerobus aumentó su ingreso por avión sólo 1.8 por ciento, mientras que Interjet lo hizo en 8.4 por ciento.

Las cuatro aerolíneas juntas transportan al 96 por ciento de los pasajeros en México, un mercado que representa 50 millones de personas anualmente.

Montañez añadió que la reconfiguración de la flota ha permitido a las empresas obtener más ventas y ganancias.

"Tienen más ingresos por vuelo y al aprovechar las nuevas tecnologías que hacen más eficiente a los aviones cómo las aletas de las altas o motores que reducen más el consumo de combustible, reducen los costos", agregó

El precio de estirar los pies


Las aerolíneas pueden ofrecer mejores asientos por un costo adicional, el cual puede subir el precio del boleto de avión hasta 72 por ciento.

Según los portales de reservación de las líneas aéreas, con Aeroméxico un boleto para viajar de la Ciudad de México a Monterrey cuesta en clase turista 2 mil 678 pesos, mientras que en premier asciende a 4 mil 604 pesos, es decir, 71.9 por ciento más.

En los casos de las empresas restantes no se ofrecen boletos en otras clases, no obstante, se pueden realizar pagos adicionales para seleccionar un asiento más cómodo.

En el caso de Interjet, en cualquier caso se puede pagar 9 por ciento más para seleccionar una butaca.

En VivaAerobus, el costo por seleccionar un asiento puede subir el precio 20 por ciento adicional al costo del viaje.

Finalmente, Volaris cobra 179 pesos por seleccionar un asiento. Cabe señalar que este recurso aplica si las aerolíneas disponen de espacio.

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