PARÍS.- La minorista francesa Carrefour reveló que sus oficinas fueron allanadas como parte de una investigación sobre sus prácticas comerciales, dos días después de que el gobierno advirtiera a las empresas contra los intentos por provocar nuevos recortes de precios de los agricultores.
Los productores franceses de leche y carne han llevado a cabo repetidas manifestaciones en protesta por haber sido obligados a operar con pérdidas a causa de un exceso de capacidad y la agresiva presión sobre los precios por parte de los minoristas.
Carrefour dijo en un comunicado que sus oficinas en Massy, al sur de París, habían sido allanadas por autoridades que investigan algunas de sus negociaciones comerciales en curso. "Es de suma importancia para Carrefour aplicar la normativa vigente y si se han cometido errores la compañía tomará las medidas necesarias", dijo la empresa.
En una declaración conjunta realizada el viernes, el ministro de Agricultura, Stéphane Le Foll, y el de Economía, Emmanuel Macron, advirtieron a las minoristas y a la industria alimentaria no provocar una caída de los precios de los agricultores y recordaron que las empresas que sean consideradas abusivas podrían recibir una multa de hasta el 5 por ciento de sus ingresos.
El gobierno francés no tiene poder para imponer los montos que los minoristas y la industria alimentaria deben pagar a los agricultores, pero ha aumentado el número de inspecciones para comprobar el cumplimiento de los contratos vigentes.
"A la luz de la difícil situación de los ganaderos franceses, los ministros han dejado claro a las industrias minoristas y de procesamiento de alimentos que no aceptarán que las negociaciones comerciales del 2016 lleven a precios más bajos, sobre todo en los productos lácteos", dijeron Le Foll y de Macron en el comunicado conjunto.
El sitio web del diario francés Le Figaro dijo que Carrefour había pedido a los proveedores alcanzar un acuerdo para tener menores precios como condición previa para iniciar conversaciones.
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