Lo orgánico está de moda, no sólo en los alimentos, sino en la mayoría de los productos, pues desde el papel de baño, hasta el cereal y la leche los podemos encontrar libres de químicos y compuestos sintéticos.
Sin embargo, lo saludable suele ser más caro, debido al proceso de fabricación, con precios que incluso triplican a los alimentos de elaboración normal o común.
Por ejemplo, la leche orgánica de la marca Del Rancho cuesta 21.25 pesos dentro de las tiendas Comercial Mexicana, lo cual es 7.75 pesos más caro que la leche tradicional en el mismo supermercado.
Superama, de la cadena Walmart, cuenta con un anaquel completo dirigido a dicho tipo de alimentos, donde una caja de cereal orgánico de 255 gramos tiene un precio de 86.94 pesos, mientras que en su presentación normal de 560 gramos cuesta alrededor de 38 pesos, es decir, 48.94 pesos menos.
Una bolsa de pasta tipo fusilli integral orgánico de 454 gramos tiene un costo de 39 pesos, casi 3 veces más que un paquete de 500 gramos de pasta 'común y corriente' que se vende en 25 pesos menos.
"Conforme aumenta la demanda de alimentos y productos orgánicos, las innovaciones tecnológicas y las economías de escala deberían reducir los costos de producción, elaboración, distribución y comercialización de los productos orgánicos", indicó la FAO.
Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), el 90 por ciento de la producción orgánica de alimentos se envía al exterior.
Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Baja California Sur, Guerrero, Yucatán, Chihuahua, Sinaloa, Colima y Veracruz se encuentran entre las principales regiones con mayor producción de orgánicos como café, hortalizas, miel, leche y derivados, carnes, huevo, entre otros.
Este tipo de alimentos se cultivan sin utilizar componentes químicos como fertilizantes y herbicidas, o se preparan con materia prima orgánica y sin ingredientes artificiales, con la finalidad de otorgar a los consumidores productos más sanos y con beneficios al ambiente.
