GUADALAJARA, Jal., 8 de diciembre.-El Jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Aristóteles Núñez Sánchez descartó que contribuyentes estén migrando a la economía informal.
De visita en esta ciudad donde sostuvo reuniones privadas por separado con integrantes del Consejo Regulador del Tequila (CRT) y con miembros del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), el funcionario garantizó que el número de contribuyentes "ha crecido", aunque dijo respetar a quienes piensan lo contrario.
"Si vemos la cifra de cómo se ha comportado el padrón de contribuyentes podemos ver que a diciembre de 2013 traíamos alrededor de 43.5 millones de contribuyentes y al cierre de septiembre de 2014 tenemos 44.9 millones".
Añadió que hay más de seis millones de declaraciones bimestrales de contribuyentes del Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), casi lo doble de las declaraciones anuales presentadas por personas físicas que alcanzaron 3.2 millones.
Enfatizó que los contribuyentes mexicanos "ya adoptaron la factura electrónica" pues hoy el SAT timbra 400 millones de documentos cada mes cuando hace dos años apenas eran 20 ó 24 millones.
No obstante Núñez reconoció que 1.6 millones de contribuyentes, alrededor de 30 por ciento, son quienes cumplen con presentar declaraciones del Impuesto Sobre la Renta (ISR) con montos que suman casi 13 mil millones de pesos e Impuesto al Valor Agregado (IVA) por mil 400 millones de pesos.
Sobre las quejas del sector empresarial ante la falta de devoluciones de impuestos y la advertencia de dejar de pagarlos por falta de liquidez, el Jefe del SAT pidió reflexionar pues "no enterar impuestos implica un delito fiscal y el marco sancionatorio está en la ley", dijo.
Consideró que las quejas por devoluciones van a la baja y sólo quedan "casos esporádicos" pue en promedio están entregando entre 24 y 25 mil millones de pesos cada mes por concepto de IVA.
Sobre los esfuerzos para combatir la competencia desleal, dijo que en el caso de la industria tequilera desde 2013 se implementó un nuevo método de trazabilidad en los marbetes de las botellas, donde el consumidor puede revisar en el código de barras y saber si la bebida es legal.