Economía

Reducir el dinero en efectivo beneficiaría a los pobres del mundo

Una reducción en la delincuencia, más transparencia, menos corrupción y menor informalidad son algunas de las consecuencias de que no hubiera dinero en efectivo, de acuerdo con Kenneth Rogoff, profesor de economía de Harvard.

Deshacerse de gran parte del efectivo en circulación podría ser una forma efectiva de reducir la inequidad.

Los pobres del mundo podrían estar entre los "mayores beneficiarios" de los cambios que se producirían si el uso de dinero en efectivo se vuelve prácticamente obsoleto, según Kenneth Rogoff, profesor de economía de Harvard y autor del libro The Curse of Cash (La maldición del dinero). Entre los beneficios figuran menos delincuencia y una reducción del tipo de trabajos informales que perjudican a los miembros más desvalidos de la sociedad.

Pero eliminar el efectivo de las sociedades requiere la infraestructura adecuada, y aquí hay una inspiración que se puede encontrar en Escandinavia, una región que según señala Rogoff se encuentra "a la vanguardia" del experimento de la economía sin efectivo. Las naciones nórdicas se encuentran entre las menos corruptas y más transparentes del mundo. El efectivo representa menos de 5 por ciento del dinero en circulación, lo que los convierte en el grupo de países con menor dependencia del dinero efectivo del planeta.

"Si se hace inclusión financiera como se ha hecho en Dinamarca, por ejemplo, donde se entregan tarjetas de débito gratis a todo el mundo, se resolverían muchos problemas", señaló Rogoff en una entrevista el jueves en Copenhague, luego de realizar una conferencia de Skagen Funds. "Creo que los pobres estarían entre los mayores beneficiados".

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Rogoff, que también ha trabajado como asesor para el banco central de Suecia, señala que ha captado "muchos matices e ideas" sobre cuán próximo está el sistema sin efectivo visitando los países nórdicos. La región, que fue pionera en las tasas de interés negativas y ostenta los niveles de igualdad en el ingreso más altos del mundo, proporcionó parte de la inspiración para las ideas de Rogoff sobre cómo las sociedades podrían funcionar con casi nada de papel moneda, señaló.

Eludir los impuestos es prácticamente imposible en los países nórdicos, y la digitalización está prácticamente generalizada. Algunos lugares, como el museo de Abba en Suecia, han dejado por completo de recibir efectivo.

Los esfuerzos de Escandinavia para depender menos del efectivo han sido graduales y han contado con el respaldo de una economía digital eficiente. Un experimento a mayor escala en India ha resultado considerablemente más escabroso. El primer ministro Narendra Modi invalidó en noviembre 86 por ciento de la moneda en circulación a fin de frenar la economía informal. Pese al caos repentino y las largas filas en los bancos, la sorpresiva prohibición sigue siendo popular entre los más pobres en India, quienes piensan que afectará a los ricos que evaden impuestos.

El impacto social de entrar a un sistema sin efectivo también se extendería hacia otras esferas como la inmigración, según Rogoff. La inmigración de mano de obra ilegal hacia Estados Unidos y otros países es "hija del efectivo", ya que permite a los empleadores a gran escala pagar a sus trabajadores sin la mirada de las autoridades, señaló.

Rogoff no defiende un final absoluto del efectivo. El mundo aún necesita un respaldo en caso de interrupciones de servicios como la electricidad, mientras que los particulares deberían tener derecho a la privacidad de "comprar a su querida un artículo de 20 dólares" sin que nadie se entere, afirmó.

"El efectivo aún es muy dominante en las pequeñas transacciones", dijo. "Por lo tanto creo que en el punto donde se encuentran los países escandinavos la gente está dando un paso más allá".

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