Un precio en México 30 por ciento mayor a la referencia internacional, un mercado negro -marcas piratas y robos- no controlado, así como dudas sobre algunas prerrogativas del nuevo marco regulatorio hacen que para los empresarios dedicados a la distribución del gas L.P la importación libre, que se permitirá desde el próximo viernes, sea preocupante, advirtió Víctor Figueroa, presidente de la Asociación de Distribuidores de Gas LP del Interior (Adigas).
"Estamos muy inquietos en el tema de que la transición se dé en términos de estabilidad, en términos en que no haya empresas que tengan que salir del mercado porque se encuentren en una cierta situación diferente a otra.
"Me refiero a tener acceso a producto de importación o no tenerlo, a si por zonas se pueden establecer criterios de precios que hagan discriminación o arbitraje", indicó Figueroa.
En un dialogo abierto con la Comisión Reguladora de Energía por motivo de su aniversario 21, Guillermo Zúñiga, comisionado del órgano regulador, respondió que la idea de la reforma es que se desplace a las empresas más caras y con menor calidad.
"Como cualquier mercado habrá oferentes caros, baratos. Los caros tendrán mecanismos de calidad como cualquier producto, pero de manera muy personal, si hay una empresa que es más cara y da mala calidad y da mal servicio, en otro tipo de mercados lo que pasa es que se va, ¿por qué? Porque el usuario tendría que tener la decisión de a quien le compra", indicó.
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