Economía

Guía básica del 'arma' favorita de Trump: los aranceles

El presidente de Estados Unidos tiene como amenaza preferida imponer gravámenes a países como China y México. Aquí te explicamos desde qué es un arancel, hasta los alcances que tienen.

Para cumplir con su promesa de poner a Estados Unidos primero, el arma preferida de Donald Trump es imponer (o amenazar con) fuertes aranceles a países que estima que tienen una ventaja desleal.

Sus principales objetivos son China y México, pero también amenaza con castigar a compañías estadounidenses que trasladen empleos al extranjero mediante la imposición de un impuesto a sus productos cuando importen sus bienes a Estados Unidos.

Sus amplias facultades para imponer aranceles podrían explicar la razón por la cual las compañías han eliminado rápidamente los planes de expandir sus fábricas en México. Los altos aranceles elevarían los costos que deben afrontar las compañías estadounidenses que importan bienes, aumentando el atractivo de producir en Estados Unidos.

El problema es que los aranceles también aumentarían los precios para los consumidores estadounidenses, especialmente si los otros países adoptan represalias similares imponiendo sus propios aranceles –lo que derivaría en una guerra comercial mundial como la que empezó al inicio de la Gran Depresión–.

1. ¿A qué se refiere Trump con 'impuesto fronterizo'?

Al parecer, quiere decir un arancel o un impuesto a los bienes importados.

Pero mientras los típicos aranceles estadounidenses gravan ciertos productos de otros países (neumáticos de China, acero de Japón) para proteger a las compañías estadounidenses, Trump habla de aplicarlos a las compañías de Estados Unidos que hayan reubicado sus instalaciones en otros países.

Por ejemplo, ha mencionado un arancel del 35 por ciento para los autos fabricados por compañías estadounidenses en México. Si los empleos salen de Estados Unidos, "vamos a imponer un impuesto fronterizo muy significativo al producto cuando ingrese, lo que creo que es justo", dijo Trump en su primer día completo de trabajo como presidente.

Dicho arancel probablemente esté prohibido conforme al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pero Trump de todas maneras tiene intenciones de renegociar ese acuerdo.


2. ¿Es lo mismo que un impuesto de ajuste fronterizo?

No, aunque podrían tener efectos similares.

El impuesto de ajuste fronterizo está siendo analizado por los republicanos de la Cámara de Representantes que quieren reformular la forma en que se aplican los impuestos a las corporaciones estadounidenses.

La idea básica es gravar con impuestos solo a las importaciones de las empresas, no a sus exportaciones. Hasta ahora, Trump no es partidario de esa posición en particular.

Las compañías minoristas de Estados Unidos, que temen que un impuesto de esa naturaleza aumente los costos de los bienes que importan, tampoco los son.

3. ¿Qué tan serio es Trump sobre imponer aranceles?

Aunque las amenazas de aranceles pueden ser una herramienta de negociación, Trump habla de esa idea desde hace años. En un libro de 2011, reclamó que se fijara un impuesto del 20 por ciento a "cualquier país extranjero que envíe bienes a Estados Unidos".

Durante su campaña, atrajo el apoyo de los trabajadores del sector manufacturero molestos por la pérdida de empleos y sugirió un impuesto del 45 por ciento a los productos provenientes de China y del 35 por ciento a los bienes de México.

En la primera conferencia de prensa tras su elección, prometió un "gran impuesto fronterizo" para las firmas que trasladen empleos al extranjero. Recientemente, señaló que es partidario del libre comercio siempre que éste sea leal.

4. ¿Cómo los aranceles salvan empleos?

Principalmente al eliminar los beneficios que obtienen las compañías al fabricar en países con bajos salarios.

Las automotrices pagan a los trabajadores mexicanos cerca de un 80 por ciento menos que a los trabajadores estadounidenses en remuneración total por hora. Considerando el tiempo de ensamblaje de un típico auto de tamaño mediano, una automotriz puede ahorrar 600 dólares por vehículo en costo de mano de obra.

Los costos unitarios de la mano de obra en China, que eran menos de la mitad de los de Estados Unidos en 2001 cuando China ingresó a la OMC, casi se han igualado.

México también tiene acuerdos de libre comercio con la Unión Europea y una docena de otros países, lo que le otorga acceso libre de aranceles a importantes mercados. Como Estados Unidos no tiene tantos acuerdos, sus exportadores están en desventaja.

Muchos fabricantes mexicanos también están sumamente integrados a las cadenas de producción de Estados Unidos; cada dólar de exportaciones mexicanas tiene alrededor de 40 centavos de contenido estadounidense.

5. ¿De todas maneras, qué es un arancel?

El origen de la palabra en inglés (tariff) a veces se relaciona con el pueblo español de Tarifa que, según se cree, fue el primer lugar que cobró a los comerciantes el uso de sus muelles.

Hasta que se creó el impuesto federal a la renta en 1913, los aranceles eran la principal fuente de ingresos del gobierno estadounidense y en 1930, Estados Unidos aprobó la Ley de Aranceles Smoot-Hawley, que aumentó los aranceles al nivel más alto del siglo XX.

La ley tenía como objetivo proteger a los trabajadores y los agricultores estadounidenses durante la depresión, pero hizo que sus socios comerciales impusieran sus propios aranceles.

Después de la Segunda Guerra Mundial, las principales economías acordaron reducir los aranceles a través del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT por sus siglas en inglés) y su sucesora, la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Durante la mayor parte de los últimos 70 años, Estados Unidos ha intentado reducir las barreras comerciales al libre comercio a través de la baja de aranceles.

6. ¿Qué aranceles tiene hoy vigentes Estados Unidos?

Miles, sobre bienes que van desde maquinarias y minerales a indumentaria y calzado. Los productos no agrícolas, que representan alrededor del 96 por ciento de los bienes importados a Estados Unidos, tienen un arancel promedio del dos por ciento.

Alrededor de la mitad de todos los bienes industriales que ingresan a Estados Unidos están libres de aranceles, y los que pagan aranceles son en su mayor parte la indumentaria, el calzado y los vehículos a motor.

Desde que entró en vigor en 1994, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte gradualmente ha eliminado todos los aranceles estadounidenses con México y Canadá. Los aranceles recaudaron alrededor de 35 mil millones de dólares para Estados Unidos en 2015.

7. ¿Tendrá Trump el poder de imponer aranceles?

En general, sí. La autoridad unilateral de un presidente estadounidense en materia de política comercial es excepcionalmente fuerte para un gobierno que se basa en pesos y contrapesos.

Aunque la Constitución otorga al Congreso el poder de regular el comercio con otros países, los legisladores, a través de los años, han delegado gran parte de ese poder a la rama ejecutiva. Conforme a la Ley de Comercio Exterior de 1974, Trump puede imponer aranceles y cupos a los países que violan acuerdos comerciales o utilizan prácticas comerciales desleales.

Una sección autoriza al presidente a gestionar los déficits de la balanza de pagos mediante la imposición de sobrecargos temporales a las importaciones de hasta un 15 por ciento por un período de hasta 150 días.

El presidente Barack Obama usó en 2009 la Ley de Comercio Exterior para imponer un arancel a las importaciones chinas de neumáticos.

8. ¿Y si un país no ha violado un acuerdo comercial?

Trump podría invocar la Ley de Facultades Económicas en Casos de Emergencia Internacional de 1977, que permite a un presidente restringir las importaciones si ellas representan un riesgo para la seguridad nacional.

El presidente podría incluso usar la oscura Ley de Comercio con el Enemigo de 1917, que le permite restringir el comercio en tiempos de guerra, aunque la "guerra" sea contra terroristas y no contra China, México o cualquier otro país que él quiera castigar con aranceles.

El presidente Richard Nixon usó por última vez esa ley para imponer aranceles en 1971, citando la guerra de Corea, que había terminado décadas antes.

9. ¿Así que las manos del Congreso están atadas?

El Congreso podría aprobar una ley que invalide los planes de aranceles de Trump, pero eso requeriría de una mayoría de dos tercios en ambas cámaras para superar el veto que seguiría casi con seguridad.

Aunque Trump podría imponer aranceles unilateralmente, estas podrían violar las obligaciones de Estados Unidos con la OMC y el TLCAN.

Eso no necesariamente lo detendría: Trump podría abandonar el TLCAN simplemente dando a Canadá y México un preaviso de seis meses.

10. ¿Los países a los que se apliquen aranceles podrían tomar represalias?

Sí. Un país afectado por un arancel de Estados Unidos podría iniciar un proceso legal en los tribunales estadounidenses o en la OMC.

Países como China o México también podrían responder con sus propios aranceles sobre compañías y bienes específicos.

El diario estatal chino The Global Times describió una posible represalia de "ojo por ojo" contra las órdenes de compra de Boeing o las ventas de Apple.

Una compañía estadounidense afectada por un arancel podría intentar imponerse en tribunales argumentando que la Ley de Comercio Internacional de 1974 permite a los presidentes tomar como objetivo a los países, no a las compañías.

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