Economía

Pagó la reforma fiscal el 20 por ciento de la población más rica

Tras la reforma fiscal, el 20 por ciento de los hogares más ricos del país aumentaron su contribución fiscal, al pasar de 64 por ciento en 2012 a 71 por ciento en 2015, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda.

La reforma fiscal fue progresiva al elevar la carga para la población de mayores ingresos y aligerarla a la población más pobre. El peso de los impuestos se recargó en el 20 por ciento de los hogares más ricos -deciles IX y X-, indican cifras de la Secretaría de Hacienda en base a la Encuesta Ingreso Gasto 2014.

Previo a la reforma fiscal, en 2012, estas familias contribuyeron con 64 por ciento de la recaudación total y tras la reforma lo hicieron en 71 por ciento. En tanto, la participación de los hogares con ingresos más bajos -deciles I a III- a los ingresos del fisco pasó de 4.2 a 4.4 por ciento con la reforma fiscal.

La mayor recolección de impuestos que hace el fisco proviene del ingreso de hogares y empresas.

Con la reforma el cambio más dramático fue en ISR, que aportó el 55 por ciento de la recaudación, señala el informe "Distribución del pago de impuestos y recepción del gasto público por deciles de hogares y personas, 2014".

FOCOS
Tendencia. En 2014 el 64 por ciento de la recaudación del IVA provino del 30% de la población de más ingresos. Los bienes gravados con la tasa general y los exentos tienen la misma tenencia.

Relación. Por cada peso que se paga de IVA, 64.2 centavos provienen del 30% de los hogares con mayores ingresos y 8.5 centavos del 30% con menores ingresos.

Gasolina. El IEPS petrolero (a gasolinas y diesel) se concentra en los hogares más ricos. El 58% del gasto en estos bienes se ejerce por 20% de estos hogares.

Subsidio. Los deciles altos son los principales beneficiarios del subsidio a gasolinas, en 2014 registraron bajas en la recaudación total del IEPS.

La clase alta del país aporta más a los ingresos del gobierno tras la reforma fiscal, gracias al aumento a la tasa de ISR que subió de 30 a 35 por ciento para las personas que ganan más, expuso Pedro Carreón, socio de Impuestos de la firma PwC. La tasa más alta se cobra a quienes tienen ingresos mayores a 750 mil pesos al año.

En tanto para las personas que ganan menos de este monto, la tasa no cambió y por tanto no están pagando más, dijo Enrique Velderrain Sáenz, director de Velderrain Sáez y Asociados.

Otro factor que influyó en una mayor recaudación de ISR provino del límite a las deducciones a los gastos personales, como los médicos, intereses de hipotecas y colegiaturas y transporte escolar.

Previo a los cambios que se hicieron en materia fiscal a finales de 2013, este límite no existía y con éste la recaudación de ISR se elevó, explicó Alfredo García socio de Impuestos de KPMG.

La clase alta suele ser la que más recurre a servicios médicos privados, los cuales deducirán, pero estos quedaron restringidos con las nuevas disposiciones.

Por su parte las personas con menos ingresos acuden a los servicios médicos públicos y por ende no gastan o gastan poco, por lo que no tendrían que deducir impuestos, o el monto a deducir sería menor, agregó Velderrain.

Los expertos coincidieron en que hay otros cambios que no se reflejaron en 2014, pero que en 2015 comenzaron a verse y seguirán incrementándose en los próximos años: el impuesto de 10 por ciento sobre los dividendos y sobre ganancias por acciones en la Bolsa Mexicana de Valores.

Estas dos nuevas condiciones afectan principalmente a empresarios e inversionistas y previsiblemente arrojarán mayores impuestos al ingreso.

También son disposiciones progresivas, donde quienes más ganan pagan una mayor cantidad de impuestos, y quienes menos ingresos tienen pagan una cifra inferior. Sin embargo estas disposiciones tienden a desincentivar las inversiones, comentó Velderrain.

IMPUESTOS INDIRECTOS
Por otro lado, la carga fiscal proveniente del consumo de bienes y servicios como alimentos con alto contenido calórico y a las bebidas saborizadas como refrescos ganó peso en el gasto de los hogares más pobres.

"Es decir, tuvo un efecto regresivo, pues afectó a segmentos con pocos ingresos", explicó el socio de Impuestos de KPMG. El informe indica que las familias pobres -deciles I a III- participaron con 7.6 por ciento del IVA previo a la reforma y después con 8.6 por ciento.

Mientras que el peso del IEPS a alimentos no básicos y refrescos se duplicó al pasar de casi 6 por ciento a 12 por ciento entre 2012 y 2014.
Previo a la reforma fiscal este gravamen no existía y es el impuesto con el que más contribuyen las familias de más bajos ingresos del país, apuntó Alfredo García de KPMG.

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