Economía

¿Por qué los mexicanos abandonan Texas?

“Cuando el peso mexicano se resfría, Laredo estornuda”, dice un dirigente comercial en una frase que refleja la forma en que la salud de la economía estadounidense afecta al sur de la frontera.

La caída del peso ha afectado el poder adquisitivo de los clientes más importantes de Silvia Guerra: compradores de ciudades al sur de la frontera como Nuevo Laredo, Monterrey y Saltillo, que recorren el Puente Internacional Portal a las Américas y unas cuadras por la calle Convent.

"Aquí los negocios están muertos", dice Guerra en su comercio de Laredo, en el lado de Texas del río Grande, rodeada de percheros de vestidos y coloridos rollos de telas, mientras la gente entra y sale, pero sin comprar.

La moneda mexicana es víctima del derrumbe del precio del petróleo, y la familia de Guerra ilustra el impacto del golpe en el sur de Texas. Guerra estima que para mayo habrá cesado en su actividad. Su esposo perdió su empleo en alquiler de equipamiento de perforación para Weatherford International. A la hija de ambos, administradora de Baker Hughes en San Antonio, se le comunicó que su puesto corría peligro luego de más de 700 recientes despidos en la compañía de servicios petroleros. El hijo del matrimonio, que supervisa operaciones de fracturación hidráulica para C&J Energy Services, ha experimentado una reducción tan marcada de su ingreso que está buscando un trabajo adicional.

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                                                                                              (Bloomberg)

"La noticia cayó como una bomba", dice Silvia Guerra, que recuerda cuando su esposo fue despedido hace 10 meses luego de 16 años en Weatherford.

Los valores del crudo se han desplomado 70 por ciento desde junio de 2014, lo que ha golpeado las exportaciones mexicanas y dejado ociosas torres en la formación de shale Eagle Ford de Texas, que comienza al norte de Laredo. El peso se ha debilitado 26 por ciento contra el dólar en los dos últimos años. Todas las ciudades fronterizas de Texas sienten el impacto, y los datos del estado indican que los ingresos por impuesto a las ventas declinaron 6 por ciento en el segundo trimestre respecto de igual período del año anterior. Los comerciantes de Laredo, sin embargo, dicen que la actividad cayó 50 por ciento o más.

"LAREDO ESTORNUDA"

"Hablamos de millones y millones de dólares por día que los mexicanos gastan en Texas", dice Roberto Coronado, un economista del Banco de la Reserva Federal de Dallas. "La ciudad que más depende de ellos es Laredo".

Parte del dolor es algo habitual en los altibajos de una zona de Estados Unidos que depende de los extranjeros y de una ciudad que, al tener cuatro puentes internacionales, es el mayor portal de ingreso al país. "Cuando el peso mexicano se resfría, Laredo estornuda", dice Les Norton, que dirige la Asociación de Comerciantes de la Ciudad, que juega con una expresión mexicana sobre la forma en que la salud de la economía estadounidense tiene consecuencias al sur de la frontera.

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                                                                                               (Bloomberg)

Lo que es diferente esta vez es que también Laredo acusa el golpe de la crisis en Eagle Ford, uno de los yacimientos responsables del aumento de la producción petrolera de Estados Unidos en los últimos cinco años. La caída de los precios ha reducido la producción, lo que asesta un golpe a la economía del estado, que durante años ha tenido uno de los ritmos de crecimiento más rápidos del país.

El índice de Perspectivas de la Manufactura de la Fed de Dallas, un indicador de la marcha de la economía, mostró 14 meses consecutivos de contracción en el estado en febrero, mientras que la actividad comercial y los índices empresariales cayeron en Texas al nivel más bajo desde abril de 2009.

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