Economía

Las petroleras perdieron un 'motor', ahora el segundo da problemas

Las grandes petroleras habían sorteado las dificultades por la baja de los precios del crudo con un aumento de sus operaciones de refinación; sin embargo, ahora se enfrentan a una baja en sus utilidades por una menor demanda.

Si las grandes petroleras fueran un avión bimotor, podría decirse que han estado volando con uno solo motor desde el desplome de los precios de la energía en 2014. Y ahora el segundo empieza a dar problemas.

Las principales petroleras integradas, como Exxon Mobil, Total y BP, han dependido de los negocios "downstream" --que incluye el refinado del crudo en gasolina, la comercialización del petróleo y el negocio de las gasolineras-- para amortiguar las pérdidas de las actividades "upstream" (relacionadas con la extracción de crudo y gas natural).

"La crisis de los precios del petróleo a finales de 2014 supuso una sorpresa agradable para las refinerías de todo el mundo: el aumento de los márgenes", dijo Amrita Sen, analista jefe de petróleo de la consultora Energy Aspects en Londres. "Ahora el mercado está cambiando".

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BP, MENORES INGRESOS POR 'DOWNSTREAM'

BP, la primera de las grandes petroleras en anunciar los resultados correspondientes al segundo trimestre, mostró el impacto de los menores margenes en sus estados financieros el pasado martes.

La compañía británica dijo que las ganancias del negocio "downstream" cayeron desde los mil 810 millones de dólares en el primer trimestre a mil 510 millones en el segundo y de los mil 870 millones de dólares hace un año.

Los márgenes en las operaciones de refinación registraron su nivel más bajo para un periodo de abril a junio de los últimos seis años, dijo BP.

Lo que es más, la compañía adelantó que los márgenes en la refinación continuarán sufriendo una "presión significativa".

Hasta el momento el indicador de márgenes de la compañía durante el tercer trimestre ha sido de 10.70 dólares el barril, algo más de la mitad de los 20 que obtuvo entre julio y septiembre de 2015.

Valero Energy, la mayor refinería de Estados Unidos, también dijo el martes que se enfrenta "a márgenes en la gasolina y destilado más débiles" este trimestre.

Aunque el negocio "downstream" de las petroleras está experimentando dificultades, aún mantiene el 'avión en el aire'.

Los márgenes continúan siendo lo bastante altos que los deprimidos niveles de entre cinco y siete dólares el barril de finales de los años 90 y principios de los 2000.

En parte, las grandes petroleras han sembrado ellas mismas las semillas de este problema.

A finales de 2015 y principios de 2016 las empresas impulsaron las actividades de refinación todo lo que pudieron a fin de amortiguar el impacto de los bajos precios de la energía.

Todo marchó bien mientras el crecimiento de la demanda fue sólido pero, en cuanto empezó a desacelerarse, los productos refinados, en especial la gasolina, inundaron el mercado.

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MENORES INGRESOS POR MENOR DEMANDA

Los futuros de gasolina en Estados Unidos cayeron brevemente por debajo de 1.31 dólares el galón (3.78 litros) el martes, su nivel más bajo en al menos 10 años para esta temporada del año, y terminaron la jornada con un alza de 0.9 por ciento.

La caída de la gasolina está arrastrando el precio del crudo ya que los inversores temen que, al enfrentarse a unos márgenes más bajos, las refinerías rebajen sus tarifas de procesamiento.

El West Texas Intermediate (WTI) cerró en 41.92 dólares el barril en las operaciones de este miércoles y registra una caída de casi 19 por ciento respecto a su máximo más reciente de 51.67 dólares de principios de junio.

Ante una producción de petróleo y gas natural apenas rentable a precios actuales, la caída de los márgenes de refinación anticipan dificultades para las principales petroleras en el segundo semestre ya que éstas dependen de su modelo "integrado" de negocios "upstream" y "downstream" para amortiguar la caída de precios.

En los últimos trimestres el negocio "downstream" ha sido "el principal generador de capital" de las grandes petroleras, dijo Nitin Sharma, analista del sector del petróleo de JP Morgan Chase en Londres, en una nota a sus clientes, antes de la temporada de resultados.

Con la caída del sector de refinación, las empresas tendrán que apretarse el cinturón aún más, dijo Harold "Skip" York, vicedirector de energía integrada de la consultora Wood Mackenzie en Houston.

"Las grandes petroleras no van a obtener el capital de los negocios 'downstream' que esperaban", señaló. "Tienen un gasto discrecional de capital que podrían reducir en 2017".

La holandesa Royal Dutch Shell y la francesa Total programaron la publicación de sus resultados trimestrales para el jueves, en tanto que Exxon y Chevron para el viernes.

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