Economía

Las camionetas que ilustran la ineficiencia de Pemex

Mientras la petrolera pagaba hasta 63% más por el arrendamiento de vehículos similares con un año de diferencia, ahora se enfrenta a un recorte al gasto y niveles de deuda que están por sobrepasar los 100 mil millones de dólares este año.

Estos fueron los acuerdos: una camioneta pickup Chevrolet Silverado 1500 que costaría el equivalente a seis mil 687 dólares por un año de arrendamiento, o 10 mil 926 dólares por un vehículo similar, es decir, 63% más. Para Petróleos Mexicanos, ambos contratos parecieron tener sentido en términos de negocios.

El cómo puede ser esto posible dice menos de las camionetas que lo que dice de Pemex, una empresa paraestatal que es vista como un monumento a la ineficiencia. Al tiempo que los dos contratos de arrendamiento de flotilla, tienen un valor combinado de cuatro mil 800 millones de pesos (271 millones de dólares), y podrían parecer una nota al pie de página, su historia encapsula los problemas al interior del corporativo más grande de México, el cual está luchando frente a los colapsados precios del petróleo y el fin de su monopolio de 76 años.

"Es como si fuera en contra de todo el discurso" sobre el recorte de gastos, dijo Marcelo Mereles, ex funcionario de Pemex que ahora es socio en la firma de consultoría EnergeA. Los contratos divergentes realmente destacan, señaló, debido a que Pemex recientemente creó una nueva división de procuración para generar ahorros.

Bajo los términos publicados en su página web, Pemex accedió a pagar a Integra Arrenda SA un promedio de 534 pesos por día por vehículo, por el arrendamiento de dos mil 252 camionetas pickup de 6 cilindros modelo 2015, contrato que expira a finales de 2019. El contrato con Jet Van Rental Car SA, el cual empezó en marzo de 2014 y vence este año, cuesta 328 pesos al día por vehículo, por 54 camionetas modelo 2014, de acuerdo con una copia del contrato obtenida por Bloomberg. Los dos contratos contienen virtualmente las mismas especificaciones – con excepción de los frenos ABS.

Los funcionarios de Pemex no respondieron a las llamadas telefónicas ni correos electrónicos.

Un abogado de Integra, Antonio Holguín, dijo que el contrato de su compañía es más costoso por varias razones, incluyendo la expectativa de que las camionetas serán objeto de un uso más riguroso, aunque los dos documentos no señalen ninguna diferencia.

BAJO PRESIÓN

Holguín también citó la "cuestión del tipo de cambio", refiriéndose al descenso en el peso mexicano frente al dólar en los recientes años, y dijo que esto ha hecho que algunas partes importadas sean más caras. El peso estaba en 13.06 unidades por dólar cuando el contrato con Jet Van fue firmado, y en 17.22 unidades por dólar cuando se le concedió el contrato a Integra, una diferencia de 24%. Las camionetas tienen una mezcla de autopartes hechas en el extranjero y en México; la tasa de inflación anual para vehículos ha estado alrededor del 2%, de acuerdo con el grupo de la industria distribuidora automotriz de México.

Los representantes de Jet Van no respondieron a las llamadas telefónicas. El contrato de Integra no ha entrado en vigor; cuestiones no relacionadas han estancado acuerdos afiliados que debieron haber entrado en vigor al mismo tiempo.

La senadora Marcela Torres, del Partido Acción Nacional (PAN), dijo que la principal preocupación de estos dos contratos es la transparencia. "¿Por qué el precio aumentó tanto año contra año? Sería ideal tener foros públicos para abordar cuestiones como ésta."

El subsecretario de Hacienda, Miguel Messmacher, dijo en enero que México podría inyectar capital a Pemex si la firma demuestra que puede, entre otras cosas, tener menores costos de operación. La compañía, que no ha registrado ganancias desde 2012, tiene 79 mil millones de dólares en pasivos de pensiones, la cantidad más grande en cualquier compañía petrolera en el mundo, y niveles de deuda que están por sobrepasar los 100 mil millones de dólares este año. Pemex se comprometió la semana pasada a cumplir con las solicitudes del gobierno sobre recortar su presupuesto de 2016.

El presidente Enrique Peña Nieto – cuya administración acabó con el monopolio de Pemex en 2014 – ha puesto presión sobre la firma. En febrero, cuando anunció que el economista José Antonio González Anaya sería el nuevo director general, dijo que la compañía estaba bajo amenaza "para revisar su programa de gastos y fortalecer sus procesos de inversión".

La atención que se le pone a los problemas de antaño de Pemex, data desde cómo un contrato relativamente menor de arrendamiento de camionetas puede despertar tanto interés, dijo George Baker, un analista y editor de Mexico Energy Intelligence. "Históricamente, Pemex se ha caracterizado por cierta mala gestión financiera."

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