Economía

Importar crudo ligero, solución para los sistemas de refinación

La importación de crudo ligero, que es más fácil de convertir en gasolinas, es una medida que ha sido adoptada por países como Venezuela y Argentina; en México, esta opción es cada vez más latente, a pesar de que el país es el décimo mayor productor de crudo a nivel mundial.

CIUDAD DE MÉXICO.- Una solución adoptada recientemente por los sistemas de refinación en el mundo con grandes producciones de crudo pesado como Venezuela, ha sido la de importar crudo ligero, debido a que es más fácil de procesar y convertir en gasolinas.

Aunque analistas consideraron que resulta contradictorio que México, décimo mayor productor de crudo en el planeta, traiga el hidrocarburo de otros lares, la posibilidad es cada vez más latente.

José Manuel Carrera, director general de PMI Comercio Internacional, afirmó que el brazo comercial de Petróleos Mexicanos (Pemex), que él dirige, busca que en 2014 se concreten las importaciones, hecho que raramente ha sucedido en la historia de la paraestatal.

En una entrevista para la agencia Reuters, refirió que los volúmenes estarían entre 35 mil y 70 mil barriles diarios como un comienzo para acelerar el Sistema Nacional de Refinación (SNR) que hoy tiene una capacidad ociosa de 30.1 por ciento.


La hasta hoy posibilidad, incluso abriría la puerta a una nueva oportunidad de negocio para particulares, la construcción de una nueva refinería de crudo ligero en México.

Dicha planta podría abastecer al mercado de Estados Unidos, que está llegando al límite de su capacidad, señaló Duncan Wood, director del Instituto México en el Wilson Center de Washington.

"Una opción es construir una refinería dedicada a crudos ligeros en México, pero no hay que pensar que Pemex lo va a hacer, tiene que ser como un proyecto de la iniciativa privada", señaló.

"Hay que estar totalmente abierto a eso, es posible que lo vayamos a ver, no es mala inversión por parte de Pemex; pero si Pemex tiene que escoger siempre va a escoger en exploración y producción y no en refinación", dijo.

Las refinerías de Estados Unidos, especialmente en el área de Houston y Galveston están configuradas para procesar crudo pesado que proviene de Venezuela, México y Canadá.

Sin embargo, el incremento en la producción de Estados Unidos, que llegó a un máximo histórico de 8.951 millones de barriles diarios la semana pasada, no visto desde junio de 1985, se debe a la revolución del shale, piedras de las cuales se extrae crudo ligero.

"No hay suficiente capacidad para crudos light porque casi todo el petróleo que está saliendo de las reservas de los campos shale es ligero, entonces están buscando más capacidad; es por eso que Estados Unidos puede empezar a exportar crudo".

Incluso, en cuanto al petróleo pesado la capacidad de refinación es cada vez menor.

"Lo que estamos viendo es que hay capacidad pero también es muy poca, entonces si llega el petróleo de Canadá, de Keystone, es posible que no habrá suficiente capacidad en las refinerías de Houston y de Galveston que va a llegar desde nuestro lado de la frontera", expuso Wood.

EL DEBATE DE EU, EXPORTAR CRUDO

La decisión de abrirse al mercado internacional en lo que a crudo se refiere ha dividido a la industria de refinación en Estados Unidos, de acuerdo con un estudio del Instituto de Energía de la Universidad de Columbia.

Entre 2016 y 2018 la producción de petróleo estaría estancada en ese país por lo que habría barriles que ya no podrían refinarse, revela el documento.

Por lo anterior, los precios del crudo caerían aún más, perjudicando a las inversiones en el sector "aguas arriba" o de exploración y producción.

Las compañías refinadoras de Estados Unidos que están en contra de permitir la exportación argumentan que se limitaría su ventaja competitiva –bajos precios– que hoy tienen en un mercado global eficiente, que además cuenta con muy bajos márgenes de rentabilidad.

Los que están a favor de levantar el embargo petrolero afirman que abrir los mercados elevaría los precios del crudo, incrementado las inversiones en exploración y producción y al mismo tiempo reduciría los precios de la gasolina en el mundo, resume la Universidad de Columbia.
Hoy el Departamento de Energía simplemente ha relajado la política del embargo petrolero vigente desde 1973 para permitir la exportación de líquidos condensados, hidrocarburos mínimamente procesados a los que sólo se les remueven algunos componentes naturales.

En agosto pasado se exportó el primer cargamento de crudo condensado que salió de Texas a Corea con valor de 40 millones de dólares.

LAS NUEVAS TENDENCIAS

En el caso de Venezuela, la primera importación de petróleo en la historia llegará el próximo 26 de octubre, reportó el periódico El Universal de Caracas.

La operación busca reducir los costos de Petróleos de Venezuela (PDVSA), pues se utilizará para diluir el crudo extra pesado de la Faja Petrolífera del Orinoco y reemplazar la costosa nafta que ha estado comprando la paraestatal en los últimos años, indica el diario.
Venezuela tuvo una producción estimada en 2.49 millones de barriles diarios en 2013, similar a la de Pemex, de 2.52 millones de barriles diarios.

La situación no es tan extraña para países como Argentina que produce un promedio de 723 mil barriles diarios de crudo pesado.
En esta nación derivado de la caída generalizada en los márgenes de refinación a nivel mundial que reportó el diario de Caracas ayer, se ha importado petróleo para no tener una capacidad ociosa en los sistemas de refinación, explicó Enrique Szewach, director de la consultora Evaluadora Latinoamericana.

"En Argentina el gobierno está autorizando algunas importaciones de petróleo liviano de Nigeria, para permitirles producir más, importando petróleo, y no productos terminados", señaló Szewach desde Buenos Aires.

CIERRE DE REFINERÍAS

A la problemática descrita se suma el hecho de que a nivel mundial han cerrado numerosas refinerías en los últimos años.

Con base en el balance energético de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), el foco de cierres de refinerías se encuentra en Estados Unidos y Europa, donde las plantas son menos rentables porque tienen un margen de refinación menor que los países en desarrollo, que exigen menos medidas
ambientales.

A partir de 2010, la capacidad de refinación de los países pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha disminuido debido a cierres definitivos y temporales de refinerías, y en algunas naciones, debido a adaptaciones posteriores a la venta de refinerías.

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