Economía

Esto es lo que la IP canadiense no quiere que se toque en el TLCAN 2.0

El Consejo de Negocios de Canadá aseguró que si bien es necesario modernizar el acuerdo, las disputas comerciales que se den deberán resolverse a través de comités y grupos de trabajos, así como la propia Comisión de Libre Comercio del organismo.

Más de 150 empresas canadienses, agrupadas en el Consejo de Negocios de ese país, ya pintaron una línea roja en torno a la próxima modernización del TLCAN que incluye una advertencia a la posibilidad de que las disputas comerciales puedan resolverse en tribunales domésticos.

Así lo hizo saber el Business Council of Canada en los comentarios emitidos a la United States Trade Representative (USTR), que suscribió este lunes y en el que defiende el TLCAN e incluso explica que cerca de 9 millones de empleos en EU dependen de este tratado y del comercio con Canadá.

"Anticipamos que la solución de disputas será revisada, pero las modificaciones no pueden resultar en que las disputas se resuelvan en cortes domésticas. Esto fue un factor decisivo para Canadá en el TLCAN original y lo será para las compañías canadienses en el nuevo marco del TLCAN", señala el documento.

Actualmente, el TLCAN contempla la alternativa de resolver controversias entre miembros parte a través de la formación de comités y grupos de trabajos y la propia Comisión de Libre Comercio del organismo. También mediante la formación de paneles con investigadores de los dos países involucrados.

Además, como los tres países son miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) pueden recurrir a sus tribunales para resolver diferencias.

Asimismo, advierte sobre modificar las reglas de origen, una petición que funcionarios estadounidenses han hecho en diversas ocasiones al argumentar que, reduciendo la importación de componentes en la región, el bloque produciría más productos cuyo contenido regional sea mayor al actual.

Si bien el consejo no ve con malos ojos la idea de actualizar las reglas de origen, sí ve con preocupación que los negociadores de ambos países puedan provocar consecuencias inesperadas que perjudiquen el comercio.

"Las alteraciones que apunten a reglas específicas en cada país serían devastadoras para la industria en los tres miembros parte", agrega el documento del consejo, del cual forman parte 29 subsidiarias estadounidenses.


Sin embargo, la organización empresarial alaba el hecho de que se abra el TLCAN siempre y cuando sea para modernizarlo y mejorar a la región sin tocar el acceso a mercados que cada país parte tiene.

En este sentido, y al igual que numerosos expertos, ve lugar para agregar capítulos en materia laboral, propiedad intelectual, comercio electrónico, trato a empresas estatales, medidas fitosanitarias, telecom, aduanas, medio ambiente, compras de gobierno, cooperación regulatoria y competencia.

El Consejo de Negocios Canadiense considera que el tema laboral se encuentra desactualizado y no coincide con el sistema económica actual que es impulsado por la tecnología.

"Otro elemento desactualizado es la naturaleza basada en papeles de los procedimientos aduanales. Estas y otras áreas deberían ser modernizadas para beneficiar a ambos países", agrega el documento.

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