Economía

Crecimiento de países de la OCDE se prevé en 2.1% en 2017

El informe Global Perspectivas Económicas de la OCDE identifica que la amenaza en las perspectivas de los jóvenes y en las condiciones de jubilación de los adultos mayores no da un impulso la productividad. 

La economía global está atorada en una trampa de bajo crecimiento que exige el uso más coordinado de políticas fiscales, monetarias y estructurales para acelerar su crecimiento, según afirma el informe Global Perspectivas Económicas de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico e identifica la amenaza en las perspectivas de los jóvenes y en las condiciones de jubilación de los adultos mayores de no dar un impulso la productividad y al crecimiento potencial.

"El crecimiento es plano en las economías avanzadas y se ha desacelerado en muchas de las economías emergentes que han sido la locomotora global desde la crisis", señaló José Angel Gurría, Secretario General de la OCDE e identificó nuevos retos planteados por el lento crecimiento de la productividad y creciente desigualdad. Al presentar el informe durante la Reunión del Consejo de Ministros y el Foro de la organización, que se celebran en París, Francia, advirtió la urgencia de emprender acciones integrales para garantizar "buenos niveles de vida para todos".

De acuerdo con las Perspectivas, un crecimiento comercial débil, una inversión lenta, salarios muy moderados y una actividad más lenta en los mercados emergentes clave contribuirán a que en 2016 haya un modesto crecimiento del PIB global de 3 por ciento con un moderado avance en 2017 a 3.3 por ciento. Se espera que la zona de 34 países de la OCDE crezca 1.8 por ciento en 2016 y 2.1 por ciento en 2017.

"Cuánto más tiempo continúe la economía global en esta trampa de bajo crecimiento, más difícil será para los gobiernos cumplir las promesas fundamentales. Las consecuencias a la inacción en el área de políticas serán menores perspectivas profesionales para los jóvenes y menores ingresos por jubilación para los futuros pensionados", advirtió Catherine L. Mann, economista en jefe de la OCDE.

El organismo recomendó el uso más exhaustivo de la política fiscal y la reactivación de reformas estructurales. El uso de políticas monetarias no basta para aportar resultados satisfactorios en crecimiento e inflación.

"Una flexibilización adicional de la política monetaria podría ahora demostrar ser menos eficaz que en el pasado e incluso contraproducente en algunas circunstancias", dijo la economista.

La OCDE encuentra margen de acción en muchos países para implementar políticas fiscales que refuercen la actividad por la vía de la inversión pública aprovechando las bajas tasas de interés de largo plazo.

"Si bien casi todos los países tienen margen para reasignar el gasto público hacia proyectos más favorables para el crecimiento, una acción colectiva en las economías para aumentar la inversión pública en proyectos con un alto impacto en el crecimiento impulsaría la demanda y mejoraría la sostenibilidad fiscal", explicó Mann.

Ante el entorno de creciente desigualdad en los ingresos que prevalece en muchos países, reformas estructurales en particular dirigidas a los sectores de servicio, pueden impulsar la demanda en el corto plazo y promover mejoras a largo plazo en el empleo, el crecimiento de la productividad y la inclusión.

El informe sobre las Perspectivas Económicas advierte que Estados Unidos continuará con moderada recuperación con un crecimiento del PIB de 1.8 por ciento y 2.2 por ciento en 2016 y 2017; la zona euro mejorará lentamente a tasas de 1.6 y 1.7 por ciento, respectivamente. En Japón, se estima un crecimiento de 0.7 por ciento en 2016 y 0.4 por ciento en 2017.

Con la continuación del reajuste en China, se prevé que el crecimiento mantenga una tendencia de menos de 6.5 por ciento en 2016 y 6.2 por ciento en 2017, apoyado por el estímulo a la demanda. Las profundas recesiones en Rusia y Brasil persistirán, esperando una contracción en éste último de 4.3 y 1.7 por ciento en y 2016 y 2017.

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