Economía

China aún con retos en su transición, advierte el FMI

Para el FMI, China tiene varias tareas pendientes en materia económica como mejorar su gobernabilidad y fortalecer su estabilidad financiera. El organismo estima que este año la economía china se desacelerará a una tasa de 6.6%. 

China continúa su transición a un crecimiento sustentable con avance en muchos frentes, pero todavía muchos retos y el gobierno tiene que buscar reducir la dependencia de la inversión estatal y financiada a crédito, mejorar la gobernabilidad, fortalecer la estabilidad financiera y avanzar en el marco el intercambio de información entre agencias y la coordinación de políticas, recomendó el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Al concluir la consulta del Artículo IV sobre China, el equipo del organismo internacional consideró que la economía está avanzando en muchas dimensiones hacia un rebalanceo, particularmente en el intercambio del enfoque industrial a los servicios y desde la inversión al consumo.

Pero otros aspectos se están quedando como el fortalecimiento de las empresas públicas y la gobernabilidad financiera y conteniendo un rápido crecimiento del crédito.

El crecimiento del gigante asiático se desaceleró a 6.9 por ciento en 2015 y se proyecta se modere a 6.6 por ciento este año debido a una desaceleración en la inversión privada y una demanda externa más débil.

Reflejo del repunte en los precios de las materias primas y de la depreciación del tipo de cambio desde mediados de 2015, el FMI estima que la inflación en este año aumente a 2 por ciento desde 1.5 por ciento un año atrás.

Respecto a la moneda, luego de apreciarse 10 por ciento en términos efectivos reales hasta la mitad de 2015, el yuan se ha depreciado cerca de 4.5 por ciento desde entonces y permanece ampliamente en línea con los fundamentales.

En su evaluación, los directores ejecutivos del FMI dieron la bienvenida al impresionante progreso en reformas estructurales en muchas áreas, notablemente la liberalización de las tasas de interés, la internacionalización del yuan y la urbanización.

También aplaudieron el 13° Plan a 5 años, con ambiciosos objetivos centrados en el rebalanceo económico.

Advirtieron que la transición económica de China seguirá siendo compleja, desafiante y potencialmente con obstáculos; por eso, hicieron hincapié en la necesidad de una acción decisiva para hacer frente a las vulnerabilidades crecientes, reducir la dependencia de la inversión dirigida por el Estado y financiada a crédito y mejorar la gobernabilidad y la asignación de recursos en empresas propiedad del estado (SOE).

Los directores enfatizaron que políticas consistentes, bien coordinadas y claramente comunicadas son clave para una transición suave y exitosa, que eventualmente beneficiará a la economía global. Destacaron la urgencia de abordar el problema de la deuda corporativa a través de un enfoque integral.

Animaron a las autoridades a endurecer las restricciones presupuestarias en las empresas estatales y reestructurar o liquidar empresas sobre-endeudadas; reconocer las pérdidas y compartirlas entre las partes pertinentes, incluyendo el gobierno.

En cuanto al sistema bancario, las prioridades incluyen alentar a los bancos para que reconozcan de forma proactiva las pérdidas por préstamos y el fortalecimiento de los radios de capital; mejorar el enfoque de supervisión de la gestión del riesgo de liquidez y riesgos para la estabilidad de financiamiento.

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EFECTOS FINANCIEROS A NIVEL GLOBAL

El cambio estructural que vive China al equilibrar de nuevo su modelo de crecimiento orientado a los servicios y el consumo en lugar de las inversiones y exportaciones, es benéfico para la economía global en el largo plazo, pero en esta transición persisten riesgos de efectos colaterales para el mundo, señaló el Fondo Monetario Internacional (FMI), al concluir su evaluación del Artículo IV sobre el gigante asiático.

Los riesgos que persisten son en términos del comercio, de precios de materias primas y en el terreno financiero, informa el FMI.

Dado su tamaño, apertura, alta tasa de inversión y elevado contenido de las importaciones y exportaciones, una desaceleración económica de China es probable que tenga fuertes repercusiones globales.

El organismo estima que este año el Producto Interno Bruto (PIB) de China se desacelerará a una tasa de 6.6 por ciento, desde el 6.9 por ciento observado en 2015.

Efectos colaterales negativos del comercio pesarán en el crecimiento global pero varían según el nivel y tipo de exposición a China.

El FMI estima que un punto porcentual de caída en el crecimiento del PIB de China por menor inversión podría reducir el crecimiento del G-20 en 0.25 puntos porcentuales y para la media de economías asiáticas en 0.3 puntos porcentuales.

CONTRASTES

Las economías afectadas más adversamente en Asia son aquellas muy integradas con China a través de cadenas de valor y muy expuestas a su actividad de inversión como Corea y Taiwán.

En contraste, economías con una mayor participación de exportaciones de consumo, como Nueva Zelanda, experimentan repercusiones negativas menores, en tanto que se benefician del incremento en la demanda de consumo.

El alejarse de la inversión y de su posición como país exportador hacia un modelo basado en consumo y servicios, ha contribuido a desacelerar la demanda y los precios de muchas materias primas.

China es el mayor importador de commodities, principalmente de metales representando el 40 por ciento de la demanda global; sus menores inversiones han impactado la demanda y precios de insumos muy vinculados a esta actividad.

Los precios de los metales han caído desde principios de 2011 en casi 60 por ciento en promedio generando un exceso de capacidad en el sector minero y forzado a exportadores a ajustarse a menores ingresos.

A la inversa, su nuevo enfoque hacia el consumo ha impulsado la demanda de proteínas y aceites vegetales conforme aumenta el ingreso per cápita de los chinos.

Según el FMI, el impacto en los países exportadores de materias primas ha llegado a través de los precios de éstas, en lugar de los volúmenes.

También sugiere que las cuentas de reequilibrio de China representan entre una quinta parte y la mitad de la reducción en una gran parte de los índices de precios de materias primas.

En el terreno financiero también hay efectos colaterales, la sensitividad global y regional financiera a China se ha incrementado, principalmente desde la crisis financiera global tanto en los mercados de capitales como cambiarios.

Unos países tienen vínculos financieros sustanciales como Corea, Singapur y Taiwán, y otros como Japón, Indonesia y Malasia, son afectados por episodios de aversión al riesgo global.

La incertidumbre sobre el crecimiento de China y las perspectivas de su política contribuyen con esos episodios de aversión al riesgo.

Los efectos financieros posiblemente continuarán aumentando con el rápido crecimiento de los vínculos financieros con China, incluyendo la internacionalización del yuan y la gradual liberalización de la cuenta de capital de China, advirtió el FMI.

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