Economía

Actividad manufacturera de la zona euro cede en septiembre: PMI

Pese a un estímulo sin precedentes del banco central y la depreciación sustancial de la moneda, el sector manufacturero no está logrando un impulso significativo del crecimiento e incluso corre el riesgo de estancarse de nuevo.

La actividad manufacturera en la zona euro se debilitó ligeramente en septiembre, en un contexto de menor demanda y producción de bienes, incluso después de que las fábricas volvieron a reducir sus precios para alentar el negocio.

El resultado, sumado al dato de que la inflación en la región se colocó por debajo de cero en ese mes, probablemente presionará al Banco Central Europeo para ampliar su programa de estímulo.

La lectura final del índice de gerentes de compras (PMI, por su sigla en inglés) del sector manufacturero elaborado por Markit se situó en 52 en septiembre, por debajo de los 52.3 de agosto. Desde hace dos años el PMI ha estado por encima de 50, cifra que separa el crecimiento de la contracción.


El índice que mide la producción que alimenta un PMI compuesto, considerado una buena guía para el crecimiento, cayó a 53.4 desde 53.9, por debajo de la lectura preliminar de 53.5.

El crecimiento en los nuevos pedidos desde el extranjero también cedió ligeramente.

El subíndice que mide los precios de la producción en la zona euro cayó a 48.7 desde 50.5 en agosto, por debajo de la lectura preliminar de 48.8. Fue el primer mes en que se registraron caídas de precios desde marzo.

El dato de PMI de Alemania, la mayor economía de Europa, bajó también a 52.3 desde 53.3 en agosto.

"Pese a un estímulo sin precedentes del Banco Central y la depreciación sustancial de la moneda, el sector manufacturero no está logrando un impulso significativo del crecimiento e incluso corre el riesgo de estancarse de nuevo", dijo Chris Williamson, economista jefe de Markit.

El BCE ha comprado principalmente bonos gubernamentales valorados en 60 mil millones de euros a marzo con la esperanza de estimular una inflación peligrosamente débil y un crecimiento apagado. Pero ha tenido un modesto éxito hasta ahora y se ha sugerido que el programa podría ser reforzado en tamaño o duración si es necesario.

"Dado que los precios que se cobran por las manufacturas están cayendo al ritmo más rápido en siete años en medio de un descenso rápido en los precios de entrada, las preocupaciones sobre la deflación se intensificarán y presionarán al BCE para que actúe de forma más agresiva", agregó.

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