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¿Quieres que tu hijo gane el US Open? Invierte 400 mil dólares

Jugar tenis al más alto nivel implica una inversión que puede llegar a ser de hasta cientos de miles de dólares, por lo que muchos exponentes del deporte blanco son de familias con alto poder adquisitivo.

A los 16 años, Petra Kvitova ya era una de las mejores tenistas de la República Checa, pero como otros adolescentes de su país competían en el exterior, tenía pocas oportunidades de avanzar.

"Tengo dos hermanos mayores, y mis padres no tienen dinero para viajes", contó Kvitova, quien ahora tiene 24 años, es dos veces campeona de Wimbledon y participa en el US Open que inició este lunes. "Sabíamos que si quería jugar mejor tendría que trasladarme a otra parte".

Kvitova abandonó la casa de su familia para incorporarse al Prostejov Tennis Club, a 84 kilómetros de distancia, cuyo dueño, Miroslav Cernosek, pagó su entrenamiento y sus viajes a cambio de un porcentaje de futuras ganancias y patrocinios.


El acuerdo funcionó. Cernosek sigue siendo el representante de Kvitova, quien ha ganado 15 millones de dólares desde que se hizo profesional en 2006 y es la tercera sembrada en el Abierto de Estados Unidos.

La checa es una tenista joven que encontró la manera de hacer frente al precio vertiginoso de convertirse en una profesional de élite del tenis.

Además de talento y ganas, podría costar alrededor de 250 mil libras (400 mil dólares) desarrollar a un jugador de los cinco a los 18 años, según la Asociación de Tenis Británica.

El rédito es enorme: los ganadores de singles del US Open obtendrán 3 millones de dólares cada uno de un fondo total de 38 millones.

EN BUSCA DE PATROCINIOS

La Federación Internacional de Tenis informó que cuesta 40 mil dólares que un joven de 17 años compita en el circuito juvenil durante 20 semanas al año, un 13 por ciento más que en 2011. Con esos precios, los jugadores jóvenes dependen cada vez más de la ayuda de sus padres, de federaciones nacionales, patrocinadores o inversores.

"A menos que se esté en una situación muy holgada o que alguien respalde a nuestro hijo, es casi imposible hacer frente a tales gastos", dijo Phil Wright, el padre del tenista británico de 14 años Marco Daniel Wright.

Los Wright se trasladaron a Portugal para contribuir a pagar la carrera de su hijo. En el plano nacional británico, Marco tenía que jugar en torneos juveniles internacionales para mejorar su clasificación. En lugar de asistir a una academia de tenis en el oeste de Londres –donde su familia debía pagar una tarifa anual de 25 mil libras (42 mil dólares)-, ahora entrena en un club de tenis de Lisboa por menos de la sexta parte de esa suma.

"Ahora que mi hijo ha llegado a ser tan bueno y tiene la oportunidad de pasar a otro nivel, el costo de acceder a ese nivel es absurdamente alto en Inglaterra", dijo Phil Wright, un ex jugador de futbol semiprofesional que dirige una agencia de reclutamiento de tecnología.

Dado que el costo de jugar en la gira profesional es de unos 143 mil dólares por año, según un estudio de 2010 de la Asociación de Tenis de Estados Unidos, muchos jugadores proceden de estratos privilegiados.

Eugenie Bouchard, que perdió ante Kvitova en la final de Wimbledon de este año, es hija de un banquero canadiense. El semifinalista del Abierto de Francia, Ernests Gubis, es hijo de un millonario de Letonia.

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