Historias de NegoCEOs

‘Los lobos’ de la Bolsa Mexicana de Valores

La primera vez que vi "The Wolf of Wall Street" fue en un cine de San Francisco, rodeado de jóvenes californianos que se regocijaban mirando la vida de excesos a la que Jordan Belfort tuvo acceso tras su vertiginoso ascenso en el mundo financiero. Antes había leído un reporte del Business Insider sobre el revuelo que causó una función privada donde se proyectó la cinta de Scorsese en Manhattan, a unas cuadras de la Bolsa de Nueva York: era para brokers. La cinta que aborda la vida del financiero Jordan Belfort en la bolsa de Nueva York plasma una imagen no muy diferente (aunque sí más explícita) de la que Michael Douglas, en su personaje de Gordon Gekko, ya había exhibido en las dos ediciones de la cinta "Wall Street". Tampoco dista mucho de lo que Charles Ferguson presentó en su documental "Inside Job" sobre la más reciente crisis económica originada en Estados Unidos. Pero, ¿quiénes son ‘los lobos’ de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV)? Tal vez este calificativo, que según la película de Scorsese fue acuñado por la revista Forbes a Jordan Belfort, hace referencia no sólo al trepidante ascenso del financiero en el mundo de Wall Street, sino también a sus excesos. Aquí vamos a limitarnos a hablar de los hombres de negocios que más han ganado invirtiendo en el mercado de capitales del país, y que hoy encabezan las listas de multimillonarios de Forbes.Carlos Slim fue un pionero en la etapa reciente de la BMV. En 1982, tras la crisis económica en México, el empresario, considerado por Bloomberg y Forbes como el segundo más rico del mundo, hizo lo que mejor sabe: comprar en tiempos de crisis, cuando hay las mejores oportunidades. En 1984 creó la Casa de Bolsa Inbursa y se convirtió en uno de los mayores inversionistas de la BMV.“En 1982, cuando hubo una gran crisis en México, nadie quería invertir… y nosotros invertimos en acciones: lo hicimos en fabricantes de llantas para autos, en empresas de autopartes y aluminio, en minería…”, explicó Slim. Ahora las empresas de Slim concentran cerca de 40 por ciento del índice principal de la BMV y su riqueza personal, contabilizada a partir de la participación accionaria que tiene en firmas nacionales y extranjeras, asciende a 68 mil 400 millones de dólares, según Bloomberg. En 2010, cuando inauguró su segunda tienda Saks Fifth Avenue en México, le pregunté a Slim por qué invertir en una empresa de productos de lujo. “Lo que buscamos con estas tiendas es que la gente no tenga que viajar fuera del país para encontrar estos artículos (de lujo)… además de que vemos un gran potencial para este sector en México”, me dijo. Hoy, Slim es el mayor inversionista de esta empresa cuya matriz está en Nueva York, con 15 por ciento del total de las acciones. Roberto Hernández es otro de los inversionistas que aprovechó el boom del mercado bursátil nacional. Junto con Alfredo Harp, su socio inseparable, fundaron Acciones y Valores (Accival) en 1971. A través de esta institución llevaron a muchas empresas mexicanas a cotizar al mercado de valores. Una de ellas fue Grupo México, el conglomerado de compañías mineras y de transporte cuyo dueño es Germán Larrea, otro inversionista beneficiado por el boom de la bolsa y las privatizaciones. La fortuna de este empresario rebasa los 16 mil 700 millones de dólares y es considerado, junto con su familia, el tercer hombre más rico de México. Otra empresa pionera en la Bolsa fue El Palacio de Hierro, cuya inscripción en la BMV fue en 1990. Esta empresa pertenece a Alberto Baillères, el segundo hombre más rico de México, también propietario de Industrias Peñoles y la aseguradora GNP. Su fortuna, según Bloomberg, asciende a más de 18 mil millones de dólares. Roberto Hernández y Alfredo Harp, además de mantener una posición relevante en Citigroup, el corporativo global que compró a Banamex, tienen acciones en muchas empresas de la BMV, además de ser parte de buena parte de algunos de los consejos de administración de estas. Forbes calcula que la fortuna personal de Roberto Hernández es superior a mil 800 millones de dólares, y que la de Alfredo Harp rebasa los mil 500 millones. Posdata 1. En su mayor apogeo, la fortuna de Jordan Belfort alcanzó mil millones de dólares, menos de lo que cualquiera de los cinco mexicanos mencionados en este texto posee actualmente. Posdata 2. Coincidentemente, los cinco mexicanos a los que se hace alusión aquí participaron en los procesos de privatización de empresas en México, en los sectores de banca, telefonía y minería. Escríbeme a: mmaldonado@elfinanciero.com.mx y a @MarioMal

La primera vez que vi "The Wolf of Wall Street" fue en un cine de San Francisco, rodeado de jóvenes californianos que se regocijaban mirando la vida de excesos a la que Jordan Belfort tuvo acceso tras su vertiginoso ascenso en el mundo financiero.

Antes había leído un reporte del Business Insider sobre el revuelo que causó una función privada donde se proyectó la cinta de Scorsese en Manhattan, a unas cuadras de la Bolsa de Nueva York: era para brokers.

La cinta que aborda la vida del financiero Jordan Belfort en la bolsa de Nueva York plasma una imagen no muy diferente (aunque sí más explícita) de la que Michael Douglas, en su personaje de Gordon Gekko, ya había exhibido en las dos ediciones de la cinta "Wall Street".

Tampoco dista mucho de lo que Charles Ferguson presentó en su documental "Inside Job" sobre la más reciente crisis económica originada en Estados Unidos.

Pero, ¿quiénes son 'los lobos' de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV)?

Tal vez este calificativo, que según la película de Scorsese fue acuñado por la revista Forbes a Jordan Belfort, hace referencia no sólo al trepidante ascenso del financiero en el mundo de Wall Street, sino también a sus excesos.

Aquí vamos a limitarnos a hablar de los hombres de negocios que más han ganado invirtiendo en el mercado de capitales del país, y que hoy encabezan las listas de multimillonarios de Forbes.

Carlos Slim fue un pionero en la etapa reciente de la BMV. En 1982, tras la crisis económica en México, el empresario, considerado por Bloomberg y Forbes como el segundo más rico del mundo, hizo lo que mejor sabe: comprar en tiempos de crisis, cuando hay las mejores oportunidades.

En 1984 creó la Casa de Bolsa Inbursa y se convirtió en uno de los mayores inversionistas de la BMV.

"En 1982, cuando hubo una gran crisis en México, nadie quería invertir… y nosotros invertimos en acciones: lo hicimos en fabricantes de llantas para autos, en empresas de autopartes y aluminio, en minería…", explicó Slim.

Ahora las empresas de Slim concentran cerca de 40 por ciento del índice principal de la BMV y su riqueza personal, contabilizada a partir de la participación accionaria que tiene en firmas nacionales y extranjeras, asciende a 68 mil 400 millones de dólares, según Bloomberg.

En 2010, cuando inauguró su segunda tienda Saks Fifth Avenue en México, le pregunté a Slim por qué invertir en una empresa de productos de lujo.

"Lo que buscamos con estas tiendas es que la gente no tenga que viajar fuera del país para encontrar estos artículos (de lujo)… además de que vemos un gran potencial para este sector en México", me dijo.

Hoy, Slim es el mayor inversionista de esta empresa cuya matriz está en Nueva York, con 15 por ciento del total de las acciones.

Roberto Hernández es otro de los inversionistas que aprovechó el boom del mercado bursátil nacional.

Junto con Alfredo Harp, su socio inseparable, fundaron Acciones y Valores (Accival) en 1971.

A través de esta institución llevaron a muchas empresas mexicanas a cotizar al mercado de valores. Una de ellas fue Grupo México, el conglomerado de compañías mineras y de transporte cuyo dueño es Germán Larrea, otro inversionista beneficiado por el boom de la bolsa y las privatizaciones.

La fortuna de este empresario rebasa los 16 mil 700 millones de dólares y es considerado, junto con su familia, el tercer hombre más rico de México.

Otra empresa pionera en la Bolsa fue El Palacio de Hierro, cuya inscripción en la BMV fue en 1990. Esta empresa pertenece a Alberto Baillères, el segundo hombre más rico de México, también propietario de Industrias Peñoles y la aseguradora GNP. Su fortuna, según Bloomberg, asciende a más de 18 mil millones de dólares.

Roberto Hernández y Alfredo Harp, además de mantener una posición relevante en Citigroup, el corporativo global que compró a Banamex, tienen acciones en muchas empresas de la BMV, además de ser parte de buena parte de algunos de los consejos de administración de estas.

Forbes calcula que la fortuna personal de Roberto Hernández es superior a mil 800 millones de dólares, y que la de Alfredo Harp rebasa los mil 500 millones.

Posdata 1. En su mayor apogeo, la fortuna de Jordan Belfort alcanzó mil millones de dólares, menos de lo que cualquiera de los cinco mexicanos mencionados en este texto posee actualmente.

Posdata 2. Coincidentemente, los cinco mexicanos a los que se hace alusión aquí participaron en los procesos de privatización de empresas en México, en los sectores de banca, telefonía y minería.

Escríbeme a: mmaldonado@elfinanciero.com.mx y a @MarioMal

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