Historias de NegoCEOs

La crisis de Pemex y la venta de activos

Todavía no cumple tres meses al frente de Pemex y José Antonio González Anaya ya enfrentó su primera crisis: la explosión registrada el miércoles pasado en el Complejo Petroquímico Pajaritos en la que murieron al menos 32 personas. Lamentable coincidencia, pero es history repeating itself. A menos de dos meses de asumir el cargo, su antecesor Emilio Lozoya lidió con la detonación de gas ocurrida en uno de los sótanos del edificio B2 de Pemex en la Ciudad de México, la cual dejó 37 muertos.Para Emilio Lozoya este incidente fue algo así como un mal presagio para el resto de su gestión, en la que enfrentó casos de corrupción –como el de Oceanografía–, dificultades para implementar los cambios emanados de la reforma energética, y finalmente una coyuntura de precios bajos del petróleo y la caída de la producción que terminaron por descarrilarlo al frente de la empresa.González Anaya llegó a la dirección general de Pemex el pasado 8 de febrero, cobijado por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray; el intocable líder petrolero, Carlos Romero Deschamps, y por el presidente Enrique Peña Nieto. Experto en pensiones y reestructuras, este economista con estudios en Harvard y de ingeniería mecánica en el MIT fue encomendado a ‘darle la vuelta’ a Pemex, para lo cual requiere, sobre todo, de alianzas con empresas privadas.Por eso –y porque a Pemex le ha costado más de lo que se piensa encontrar socios para sus proyectos–, el suceso ocurrido el miércoles pasado en la planta Clorados III del Complejo Petroquímico Pajaritos, en Coatzacoalcos, tiene gran relevancia. Aun cuando el accionista mayoritario en Pajaritos es Mexichem, propiedad de la familia Del Valle, el nombre de Pemex es el que aparece en las notas internacionales.La asociación con Mexichem fue una de las primeras grandes coinversiones de Pemex y la iniciativa privada, por lo que este suceso no viene nada bien a la imagen de la petrolera mexicana en un momento en el que busca inversionistas. De acuerdo con fuentes de la empresa, a Pemex le ha costado trabajo encontrar socios para sus proyectos; primero, por falta de información precisa sobre los mismos, y segundo, porque los esquemas propuestos no han sido suficientemente atractivos.Durante su reciente road show con inversionistas y medios de comunicación en Nueva York –apenas días antes de la explosión en Coatzacoalcos– González Anaya fue muy cuidadoso en su discurso. Evitó, por ejemplo, utilizar la palabra ‘venta’ de activos. Prefirió usar ‘alianzas’ o ‘asociaciones’ con empresas privadas.En una entrevista con Bloomberg, en Nueva York, el CEO de Pemex dijo que están abiertos a ‘asociarse’ con empresas para que operen activos no estratégicos de la compañía, entre ellos los del negocio de refinación. González Anaya expuso que si bien Pemex quiere mantener una parte del negocio, el plan es tener un socio mayoritario para este tipo de activos.Uno de los esquemas diseñados para las asociaciones con empresas privadas es que 30 por ciento del activo lo tome el operador, 60 por ciento se vaya a la Fibra E y Pemex se quede con el 10 por ciento restante.Desde mediados del año pasado, Pemex tiene identificadas 10 posibles alianzas con compañías privadas a través de los llamados farm-outs –acuerdos estratégicos entre una empresa que tiene derechos de explotación y producción con un tercero–, pero no ha podido amarrarlos.Algunas alianzas que sí se han renovado para proyectos en el sector midstream (que incluye el transporte, almacenamiento y/o comercialización de productos crudos o refinados), son las que tienen con la firma inglesa Zenith Energy y la estadounidense NuStar Energy L.P.El año pasado Pemex vendió algunos activos, entre ellos su participación en la empresa de lubricantes Mexlub y el 50 por ciento que posee en Gasoductos de Chihuahua. En contrasentido, a inicios del 2016 compró a la empresa de fertilizantes Grupo Fertinal por 255 millones de dólares. Esta operación habría sido uno de los temas que apresuró la salida de Emilio Lozoya. Este negocio, por cierto, es uno de los activos que pondría en venta el nuevo director de Pemex.Posdata 1La explosión en Coatzacoalcos también tiene una carga de valor importante para José Antonio González, no solo porque es originario de esta ciudad, sino porque fue aquí donde se afinaron los detalles de su llegada a la dirección general de Pemex.Posdata 2Hoy se relanza el proyecto turístico que la portuguesa Mota-Engil anunció el año pasado con el nombre de Costa Capomo en la Riviera Nayarit. La presentación se hará en el marco del Tianguis Turístico 2016. El nuevo proyecto se llamará Costa Canuva y contempla una inversión de 2 mil millones de dólares.

Todavía no cumple tres meses al frente de Pemex y José Antonio González Anaya ya enfrentó su primera crisis: la explosión registrada el miércoles pasado en el Complejo Petroquímico Pajaritos en la que murieron al menos 32 personas. Lamentable coincidencia, pero es history repeating itself. A menos de dos meses de asumir el cargo, su antecesor Emilio Lozoya lidió con la detonación de gas ocurrida en uno de los sótanos del edificio B2 de Pemex en la Ciudad de México, la cual dejó 37 muertos.

Para Emilio Lozoya este incidente fue algo así como un mal presagio para el resto de su gestión, en la que enfrentó casos de corrupción –como el de Oceanografía–, dificultades para implementar los cambios emanados de la reforma energética, y finalmente una coyuntura de precios bajos del petróleo y la caída de la producción que terminaron por descarrilarlo al frente de la empresa.

González Anaya llegó a la dirección general de Pemex el pasado 8 de febrero, cobijado por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray; el intocable líder petrolero, Carlos Romero Deschamps, y por el presidente Enrique Peña Nieto. Experto en pensiones y reestructuras, este economista con estudios en Harvard y de ingeniería mecánica en el MIT fue encomendado a 'darle la vuelta' a Pemex, para lo cual requiere, sobre todo, de alianzas con empresas privadas.

Por eso –y porque a Pemex le ha costado más de lo que se piensa encontrar socios para sus proyectos–, el suceso ocurrido el miércoles pasado en la planta Clorados III del Complejo Petroquímico Pajaritos, en Coatzacoalcos, tiene gran relevancia. Aun cuando el accionista mayoritario en Pajaritos es Mexichem, propiedad de la familia Del Valle, el nombre de Pemex es el que aparece en las notas internacionales.

La asociación con Mexichem fue una de las primeras grandes coinversiones de Pemex y la iniciativa privada, por lo que este suceso no viene nada bien a la imagen de la petrolera mexicana en un momento en el que busca inversionistas. De acuerdo con fuentes de la empresa, a Pemex le ha costado trabajo encontrar socios para sus proyectos; primero, por falta de información precisa sobre los mismos, y segundo, porque los esquemas propuestos no han sido suficientemente atractivos.

Durante su reciente road show con inversionistas y medios de comunicación en Nueva York –apenas días antes de la explosión en Coatzacoalcos– González Anaya fue muy cuidadoso en su discurso. Evitó, por ejemplo, utilizar la palabra 'venta' de activos. Prefirió usar 'alianzas' o 'asociaciones' con empresas privadas.

En una entrevista con Bloomberg, en Nueva York, el CEO de Pemex dijo que están abiertos a 'asociarse' con empresas para que operen activos no estratégicos de la compañía, entre ellos los del negocio de refinación. González Anaya expuso que si bien Pemex quiere mantener una parte del negocio, el plan es tener un socio mayoritario para este tipo de activos.

Uno de los esquemas diseñados para las asociaciones con empresas privadas es que 30 por ciento del activo lo tome el operador, 60 por ciento se vaya a la Fibra E y Pemex se quede con el 10 por ciento restante.

Desde mediados del año pasado, Pemex tiene identificadas 10 posibles alianzas con compañías privadas a través de los llamados farm-outs –acuerdos estratégicos entre una empresa que tiene derechos de explotación y producción con un tercero–, pero no ha podido amarrarlos.

Algunas alianzas que sí se han renovado para proyectos en el sector midstream (que incluye el transporte, almacenamiento y/o comercialización de productos crudos o refinados), son las que tienen con la firma inglesa Zenith Energy y la estadounidense NuStar Energy L.P.

El año pasado Pemex vendió algunos activos, entre ellos su participación en la empresa de lubricantes Mexlub y el 50 por ciento que posee en Gasoductos de Chihuahua. En contrasentido, a inicios del 2016 compró a la empresa de fertilizantes Grupo Fertinal por 255 millones de dólares. Esta operación habría sido uno de los temas que apresuró la salida de Emilio Lozoya. Este negocio, por cierto, es uno de los activos que pondría en venta el nuevo director de Pemex.

Posdata 1
La explosión en Coatzacoalcos también tiene una carga de valor importante para José Antonio González, no solo porque es originario de esta ciudad, sino porque fue aquí donde se afinaron los detalles de su llegada a la dirección general de Pemex.

Posdata 2
Hoy se relanza el proyecto turístico que la portuguesa Mota-Engil anunció el año pasado con el nombre de Costa Capomo en la Riviera Nayarit. La presentación se hará en el marco del Tianguis Turístico 2016. El nuevo proyecto se llamará Costa Canuva y contempla una inversión de 2 mil millones de dólares.

Escríbeme a mmaldonado@elfinanciero.com.mx y a @MarioMal

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