A partir de este viernes José Andrés de Oteyza Fernández dejó de ser presidente del Consejo de OHL México. La separación del directivo se da por motivos personales, de acuerdo con un comunicado de la compañía enviado a la Bolsa Mexicana de Valores.
A continuación te dejamos un texto publicado originalmente en septiembre de 2015 sobre quien fue presidente del Consejo de la firma desde el 30 de marzo de 2005:
La primera vez que un publirrelacionista me ofreció entrevistar a José Andrés de Oteyza, ya como presidente de OHL México, me dijo –temiendo que desconociera su biografía– lo que él consideraba era lo más importante que yo debía saber: "fue secretario de López Portillo", me soltó.
Esto fue a mediados del 2010, apenas unos meses antes de que la constructora española hiciera su debut en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). Ese año, OHL México presentó resultados envidiables: sus ingresos crecieron 50.5 por ciento de forma interanual, mientras que su flujo operativo y su utilidad neta se dispararon 123 y 116 por ciento, respectivamente. Para entonces, su portafolio de activos ya incluía seis concesiones de autopistas de peaje.
"Estos resultados han sido obtenidos gracias al compromiso de un equipo profesional y a la confianza depositada en la empresa por las administraciones públicas", le dijo Oteyza a los inversionistas a inicios del 2011.
Este economista por la UNAM y maestro por la King's College de la Universidad de Cambridge, Inglaterra, ha desempeñado de forma espectacular el rol de power broker dentro de OHL, me dijo una fuente del sector que conoce bien a Oteyza. El término de power broker se aplica a una persona que tiene gran influencia y control en una actividad, por ejemplo, como intermediario o cabildero político.
Todo comenzó en el 2003, cuando los Villar Mir ficharon a Oteyza para presidir su nuevo negocio en México. Oteyza era entonces un exfuncionario de los gobiernos priistas y un exejecutivo del Grupo Tribasa, la constructora predilecta del salinato que pasó del cielo al infierno en menos de 10 años.
Uno de los primeros desarrollos de OHL en México fue el hotel Fairmont Mayakoba, un resort de lujo situado en Playa del Carmen cuyas 97 hectáreas de bosques tropicales atravesados por canales de agua cristalina y rodeados de una prístina costa caribeña le han merecido que le llamen la 'Venecia del Caribe'.
Además de estrellas de cine y cantantes internacionales, el Fairmont Mayakoba también ha servido para seducir a políticos mexicanos como el exsecretario de Comunicaciones y Transportes del Estado de México, Apolinar Mena, quien renunció a su cargo tras ser acusado de corrupción, junto con directivos de OHL México.
Dicen que José Andrés de Oteyza conoció a Enrique Peña Nieto a finales del sexenio de Carlos Salinas, cuando Oteyza era asesor del secretario de Comunicaciones y Transportes, Emilio Gamboa, y Peña fungía como secretario particular del titular de Desarrollo Económico del gobierno del Estado de México, Juan José Guerra Abud.
La relación entre ambos se estrechó cuando Peña Nieto se convirtió en gobernador del Estado de México, en el 2005, y OHL en la constructora estrella de la entidad priista.
El Circuito Exterior Mexiquense fue adjudicado a OHL en febrero de 2003, cuando Peña Nieto fungía como secretario particular del titular de finanzas del Estado de México. En el 2008, ya como gobernador del Estado de México, le concesionó la obra del Viaducto Bicentenario y durante su actual gestión como presidente de la República la firma ganó la autopista de peaje que une Atizapán y Atlacomulco y obtuvo contratos con Pemex Refinación. Curiosamente el actual director de Pemex, Emilio Lozoya, era consejero de OHL México antes de tomar el cargo en la petrolera estatal.
En total, la filial mexicana de la constructora española acumula concesiones de autopistas y otras obras de infraestructura por al menos 62 mil 759 millones de pesos desde el 2003, según estimaciones del diario El Economista de España.
La joya de la corona
Los Villar Mir, dueños de OHL, deben estar deslumbrados con el desempeño de Oteyza al frente de su filial mexicana, pues hoy esta multinacional obtiene alrededor de 21 por ciento de sus ingresos (lo mismo que su mercado de origen, España) y 60 por ciento de su flujo operativo del territorio nacional, más precisamente del Estado de México, donde tiene la mayoría de sus concesiones.
"Un 99.8 por ciento del EBITDA total del Grupo procede del exterior, y principalmente se genera en México", expusieron orgullosos los Villar Mir en un reporte reciente de OHL.
Sin embargo, esa hegemonía que construyó OHL de la mano de Oteyza está en riesgo desde el 5 de mayo pasado, cuando se revelaron los primeros audios que involucran a directivos de toda la estructura corporativa de OHL, incluyendo al propio Oteyza, y a funcionarios del gobierno federal, como el actual secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruíz Esparza, en presuntos actos de corrupción.
OHL ha sido acusada de corromper a funcionarios para permitir aumentos injustificados de tarifas en proyectos como el Viaducto Bicentenario. Asimismo, según Infraiber –un excontratista con quien ahora tiene un pleito legal– OHL ya obtuvo la rentabilidad pactada en el Circuito Exterior Mexiquense y por tanto debe regresar la concesión al gobierno del estado.
Posdata.
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores y la Función Pública investigan este caso, aunque para muchos analistas el desenlace es previsible: no encontrarán nada malo. De ser así, José Andrés de Oteyza demostrará, una vez más, que es un eficiente power broker de los intereses de la familia Villar Mir y su constructora OHL.
Escríbeme a mmaldonado@elfinanciero.com.mx y a @MarioMal
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