Historias de NegoCEOs

El futuro de MVS tras el affaire con Carmen Aristegui

Joaquín Vargas supo que todo había terminado cuando escuchó los últimos cinco minutos de la primera emisión de Noticias MVS, el viernes 13 de marzo, durante los que su conductora estelar, Carmen Aristegui, emplazó a la compañía a que restituyera a sus reporteros Irving Huerta y Daniel Lizárraga para volver al aire el siguiente lunes. “No vamos a aceptar lo que parece ser ya no un aroma, sino un vendaval autoritario”, lanzó la periodista aquella mañana.Inmediatamente, Joaquín Vargas tomó el teléfono y convocó a una reunión con los directivos y principales accionistas de MVS. El acuerdo llegó horas después: se rescindiría el contrato a Carmen Aristegui por haber contravenido el código de ética de la empresa. Días antes la periodista y sus colaboradores se unieron a la plataforma Méxicoleaks a nombre de Noticias MVS sin previa autorización. La reacción de la empresa fue desplegar en medios impresos y radiofónicos una serie de comunicados deslindándose del hecho y, posteriormente, el despido del equipo que suscribió la alianza, entre ellos los reporteros Irving Huerta y Daniel Lizárraga, quienes destaparon el ‘escándalo’ de la ‘Casa Blanca’.Ese día, cerca de las 18 horas, Joaquín y Alejandro Vargas, presidentes de MVS Comunicaciones y MVS Radio, respectivamente, pidieron al área legal de MVS localizar a un notario que diera fe de hechos de la rescisión del contrato de Carmen Aristegui. No había vuelta atrás, era una decisión tomada. Sin embargo, a Aristegui se le notificó dos días después, el domingo 15 de marzo, horas antes de que MVS anunciara formalmente el fin de la relación laboral con la periodista.El asunto ha generado muchísimas opiniones que encuentran su punto de choque en la disyuntiva sobre si la decisión fue una censura a la libertad de expresión o si concierne exclusivamente a un tema corporativo.Más allá de la subjetividad, lo cierto es que, como en el juego la pirinola, todos pierden: MVS seguramente perderá audiencia, anunciantes y será objeto del escrutinio público en cada asunto que tenga que ver con licitaciones, concesiones y procesos legales con el gobierno. Carmen Aristegui, por su parte, perdió un espacio muy bien consolidado y un jugoso salario mensual cercano al millón de pesos, según me confirmaron fuentes con conocimiento del tema. Y la sociedad perdió una plataforma de información fundamental.En lo que respecta expresamente a la familia Vargas y su empresa MVS, el affaire les explotó en un momento crucial, en el que enfrentan al menos tres litigios que puede definir el futuro de la compañía. En primer lugar está la resolución final del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) sobre el asunto Telmex-Dish, que podría culminar con la revocación de las concesiones de ambas empresas. En enero pasado el IFT sancionó a Dish México, operador de televisión restringida satelital propiedad de MVS y Echostar, con 43 millones de pesos por una concentración no notificada con Telmex. Asimismo, está en litigio la modificación al título de concesión de MVS para permitirle la entrada a la televisión abierta, pues la firma pretende transmitir las señales del CANAL 52MX a través del espectro que tiene concesionado. En noviembre de 2014 el regulador negó realizar modificaciones y el caso se dirime en los tribunales.El tercer asunto lo definió ayer y lo aprobará hoy el Comité de Radio y Televisión del Instituto Nacional Electoral, el cual acordó que Dish deberá de pagar por cada señal con pautado federal 1.6 millones de pesos más IVA a TV Azteca y Televisa; es decir, un total de 7.7 millones de pesos. Para atajar los señalamientos en torno a que la salida de Carmen Aristegui tuvo su origen en el gobierno federal, Felipe Chao, vicepresidente de Relaciones Institucionales de MVS, dio a conocer que sólo 6 por ciento de los ingresos totales de la empresa provienen de publicidad oficial. Le pregunté ayer a Felipe Chao si van a buscar a un nuevo anchor del tamaño de Carmen Aristegui para cubrir la emisión matutina de MVS Noticias y me dijo que por el momento no lo evalúan. Que seguirán con su programación y más adelante revisarán el tema con base en los comentarios y solicitudes de la audiencia.Respecto el pronunciamiento de Gobernación, dijo desconocer las motivaciones, pero niega que haya tenido que ver con la salida de la periodista de la estación. Posdata.Joaquín Vargas llega, como todos los días, a las oficinas de MVS a resolver los asuntos relevantes de la empresa, que también tienen que ver con CMR, suoperadora de restaurantes como Chilli’s, Olive Garden, Red Lobster, The Capital Grille y Wings. No se ha vuelto a reunir con Aristegui y, por lo visto, no piensa hacerlo. "Ya es un asunto de abogados", dice. Para saber más: Joaquín Vargas y 'el gorila enjaulado'Escríbeme a mmaldonado@elfinanciero.com.mx y a @MarioMalAquí puedes seguir todos mis textos: Historias de NegoCEOs

Joaquín Vargas supo que todo había terminado cuando escuchó los últimos cinco minutos de la primera emisión de Noticias MVS, el viernes 13 de marzo, durante los que su conductora estelar, Carmen Aristegui, emplazó a la compañía a que restituyera a sus reporteros Irving Huerta y Daniel Lizárraga para volver al aire el siguiente lunes.
"No vamos a aceptar lo que parece ser ya no un aroma, sino un vendaval autoritario", lanzó la periodista aquella mañana.

Inmediatamente, Joaquín Vargas tomó el teléfono y convocó a una reunión con los directivos y principales accionistas de MVS. El acuerdo llegó horas después: se rescindiría el contrato a Carmen Aristegui por haber contravenido el código de ética de la empresa. Días antes la periodista y sus colaboradores se unieron a la plataforma Méxicoleaks a nombre de Noticias MVS sin previa autorización.

La reacción de la empresa fue desplegar en medios impresos y radiofónicos una serie de comunicados deslindándose del hecho y, posteriormente, el despido del equipo que suscribió la alianza, entre ellos los reporteros Irving Huerta y Daniel Lizárraga, quienes destaparon el 'escándalo' de la 'Casa Blanca'.

Ese día, cerca de las 18 horas, Joaquín y Alejandro Vargas, presidentes de MVS Comunicaciones y MVS Radio, respectivamente, pidieron al área legal de MVS localizar a un notario que diera fe de hechos de la rescisión del contrato de Carmen Aristegui. No había vuelta atrás, era una decisión tomada. Sin embargo, a Aristegui se le notificó dos días después, el domingo 15 de marzo, horas antes de que MVS anunciara formalmente el fin de la relación laboral con la periodista.

El asunto ha generado muchísimas opiniones que encuentran su punto de choque en la disyuntiva sobre si la decisión fue una censura a la libertad de expresión o si concierne exclusivamente a un tema corporativo.

Más allá de la subjetividad, lo cierto es que, como en el juego la pirinola, todos pierden: MVS seguramente perderá audiencia, anunciantes y será objeto del escrutinio público en cada asunto que tenga que ver con licitaciones, concesiones y procesos legales con el gobierno. Carmen Aristegui, por su parte, perdió un espacio muy bien consolidado y un jugoso salario mensual cercano al millón de pesos, según me confirmaron fuentes con conocimiento del tema. Y la sociedad perdió una plataforma de información fundamental.

En lo que respecta expresamente a la familia Vargas y su empresa MVS, el affaire les explotó en un momento crucial, en el que enfrentan al menos tres litigios que puede definir el futuro de la compañía. En primer lugar está la resolución final del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) sobre el asunto Telmex-Dish, que podría culminar con la revocación de las concesiones de ambas empresas. En enero pasado el IFT sancionó a Dish México, operador de televisión restringida satelital propiedad de MVS y Echostar, con 43 millones de pesos por una concentración no notificada con Telmex.

Asimismo, está en litigio la modificación al título de concesión de MVS para permitirle la entrada a la televisión abierta, pues la firma pretende transmitir las señales del CANAL 52MX a través del espectro que tiene concesionado. En noviembre de 2014 el regulador negó realizar modificaciones y el caso se dirime en los tribunales.

El tercer asunto lo definió ayer y lo aprobará hoy el Comité de Radio y Televisión del Instituto Nacional Electoral, el cual acordó que Dish deberá de pagar por cada señal con pautado federal 1.6 millones de pesos más IVA a TV Azteca y Televisa; es decir, un total de 7.7 millones de pesos. 

Para atajar los señalamientos en torno a que la salida de Carmen Aristegui tuvo su origen en el gobierno federal, Felipe Chao, vicepresidente de Relaciones Institucionales de MVS, dio a conocer que sólo 6 por ciento de los ingresos totales de la empresa provienen de publicidad oficial. 

Le pregunté ayer a Felipe Chao si van a buscar a un nuevo anchor del tamaño de Carmen Aristegui para cubrir la emisión matutina de MVS Noticias y me dijo que por el momento no lo evalúan. Que seguirán con su programación y más adelante revisarán el tema con base en los comentarios y solicitudes de la audiencia.

Respecto el pronunciamiento de Gobernación, dijo desconocer las motivaciones, pero niega que haya tenido que ver con la salida de la periodista de la estación.

Posdata.
Joaquín Vargas llega, como todos los días, a las oficinas de MVS a resolver los asuntos relevantes de la empresa, que también tienen que ver con CMR, suoperadora de restaurantes como Chilli's, Olive Garden, Red Lobster, The Capital Grille y Wings. No se ha vuelto a reunir con Aristegui y, por lo visto, no piensa hacerlo. "Ya es un asunto de abogados", dice. 

Para saber más: Joaquín Vargas y 'el gorila enjaulado'

Escríbeme a mmaldonado@elfinanciero.com.mx y a @MarioMal

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