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Aterrizaje forzoso de la incubadora de la Unaq; posponen el proyecto para el 2016

Al momento, la iniciativa carece de elementos comerciales y administrativos, por lo que los proyectos se han impulsado con el apoyo de la Universidad Tecnológica de Querétaro (Uteq).

QUERÉTARO, Qro.— La incubadora de empresas que la Universidad Aeronáutica en Querétaro (Unaq) se propuso conformar desde 2013, podría concretarse hasta el próximo año, informó el rector de la institución, Jorge Gutiérrez de Velasco.

Entre las dificultades que ha enfrentado esta iniciativa está la carencia de la parte administrativa y de comercialización, áreas que no se encuentran dentro de la oferta educativa de la institución, y que son esenciales para acompañar los proyectos que se estarían incubando.

Es por ello que desde el año pasado se firmó un convenio de colaboración con la Universidad Tecnológica de Querétaro (Uteq) para desarrollar el acompañamiento formativo de los proyectos, mientras que la parte técnica la lleva a cabo la Unaq.


Un primer proyecto trabajado de esta manera es Mobateck, una empresa que produce bases para componentes aeronáuticos, y que ya ha logrado integrarse a la cadena de proveeduría del Centro de Mantenimiento de Aeroméxico y Delta, además de ser proveedor de Airbus Helicopter.

"Ya se han iniciado conversaciones con la Coordinación General de Universidades Tecnológicas y Politécnicas, donde pertenecemos, para analizar si podemos adoptar nuestra propia metodología de incubación; si la Unaq podría lanzar la oferta educativa que no tenemos al momento, o si mantenemos el trabajo de vinculación con la Uteq", explicó.

Adicionalmente se están apoyando con algunas agencias para analizar qué más se puede hacer para incentivar a los jóvenes a emprender.
Agregó que a la fecha se tienen dos proyectos de jóvenes que aún no concluyen sus estudios y que están buscando seguir los pasos de Mobateck.

Inversión cara

Por otro lado, el rector de la Unaq comentó que emprender en negocios aeronáuticos no sólo significa invertir un monto superior al que se destina en otros sectores, como el automotriz, sino que además es un negocio de largo plazo, con retornos de inversión muy largos, por lo que es un sector al que difícilmente se le apuesta.

Además, "tener un relación comercial con una compañía aeronáutica que fabrica o hace mantenimiento de aeronaves o componentes se asocia tradicionalmente a certificaciones que son muy complejas de conseguir", añadió.

Por ello, cuando los estudiantes se acercan con alguna idea de negocio, la universidad ha hecho especial énfasis en lo demandante que resulta el sector en todos los aspectos, no nada más el económico.

Esto se debe, explicó, a que el tiempo de vida de una aeronave es considerablemente mayor en comparación a otros sectores económicos: por ejemplo, un aparato electrónico tiene un ciclo de vida de un año; en el caso de los autos es de cinco a seis años; mientras que en un avión es de entre 40 y 60 años.

"En el tema automotriz se venden miles o millones de piezas, en el aeronáutico se venden decenas, a veces cientos, y esto es lo que a veces dificulta emprender."

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