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Parque de bolsillo

Son una estrategia rápida y económica para aumentar los metros cuadros de espacio público, sobre todo en ciudades que ya están congestionadas y donde existen pocos terrenos disponibles, pero también permiten un cambio positivo en el entorno.

Los parques de bolsillo, también conocidos como pocket parks, son pequeños parques que han sido creados a partir del reciclaje de terrenos en desuso. Estos parques surgieron en los años sesenta en las calles de Filadelfia con la finalidad de incrementar la cantidad de áreas verdes y públicas para la comunidad.

Hoy en día se han popularizado tanto, que las grandes capitales del mundo están cerrando arterias vehiculares importantes para peatonalizar sus calles y generar cohesión social.

Los parques de bolsillo tienen tremendas bondades. Entre sus beneficios se puede mencionar que son una estrategia rápida y económica para aumentar los metros cuadros de espacio público, sobre todo en ciudades que ya están congestionadas y donde existen pocos terrenos disponibles.

Otra característica positiva es la reutilización de espacios residuales logrando un cambio positivo en el entorno -disminuyendo la violencia, mejorando la imagen urbana y convivencia vecinal-, a través de la implementación de juegos infantiles, mobiliario, vegetación y sombra.

Esta activación de los intersticios urbanos promueve la interacción social e incrementa la seguridad de la zona al contrario de los terrenos abandonados. Gran parte del éxito de estos parques radica en la atracción de los vecinos para poder reunirse, contemplar y ocupar el espacio libremente. Posiblemente el mayor logro es la gestión y organización comunitaria detrás de la realización de estas intervenciones.

El éxito ha sido tan positivo que simplemente en la Ciudad de México se han apoyado iniciativas para transformar terrenos en parques menores a 400 metros cuadrados.

Sin embargo, existen áreas de oportunidad para los parques de bolsillo. Para algunos especialistas, los pocket parks tienen una connotación de "solución improvisada" para readaptar y dar vida a lugares deteriorados.

Asimismo, los parques se han popularizado por su bajo costo y a menudo se malinterpreta como "la receta" para aplicarse en todos los sitios a pesar de las diferentes características sociales, culturales y económicas.

Es un hecho que toda solución que abona a la dignificación y apropiación de la ciudad es bienvenida, sin embargo, se debe de tener un rigor técnico y proyectual desde un inicio para evitar componer la ciudad con remiendos urbanos.


*Profesor de la Escuela de Diseño y Arquitectura del Tecnológico de Monterrey en Querétaro
rpantojac@itesm.mx

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