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Viviana del Ángel y su combinación ideal

Practicar gimnasia y natación benefició a Viviana del Ángel en su transición a los clavados; ahora, como medallista mundial, conjunta el alto rendimiento con los estudios

Su madre siempre le inculcó el deporte. Cuando Viviana del Ángel cumplió cinco años la inscribió para que practicara gimnasia en su natal Veracruz. El amor por la disciplina terminó pronto. Meses después le la niña aseguró que ya no iría. La madre la inscribió en natación. La pequeña permaneció tres años en la alberca y a los 8 hizo un último cambio: se especializó en clavados.

"A algunos de mis compañeros les costaba realizar las posiciones de los clavados o incluso nadar. No fue mi caso, practicar las otras disciplinas me permitió tener una adaptación más rápida a los clavados. Tenía la flexibilidad necesaria, le perdí el miedo a la altura y los entrenadores en Veracruz le dijeron a mi mamá que tenía el talento para practicar la disciplina en el alto rendimiento", cuenta.

Del Ángel no ha cumplido la mayoría de edad y ya es medallista mundial. Consiguió la plata –junto a Rommel Pacheco– en la modalidad de equipos mixtos desde la plataforma de 10 metros en los Campeonatos Mundiales de Budapest, Hungría, celebrados en julio pasado. Esa fue una de las dos preseas –la otra fue la plata de Adriana Jiménez en clavados de altura– que consiguió la delegación mexicana.

Durante la competencia, cuenta, Pacheco la trataba de distraer para que no se presionara por subir al podio. Dice que cuando salían de la piscina para platicar con Ma Jin –entrenadora china de clavadistas como Paola Espinosa y Jahir Ocampo– ignoraron el marcador electrónico en el que se encontraban las puntuaciones.

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"Me di cuenta que ganamos cuando Jin me abrazó. Fue la mejor competencia de mi vida, porque conseguí la medalla y porque pude realizar mis clavados con Rommel, con quien nunca había hecho pareja", platica.

La adolescente recuerda que para llegar a ese momento primero tuvo que abandonar a su familia y mudarse a la Ciudad de México cuando cumplió 12 años. Dice que tomó la decisión porque en Veracruz no había las instalaciones adecuadas para entrenar y porque Jin le propuso entrenarla, luego de que la observó en una competencia estatal.

"Cuando vio mis primeros clavados me dijo que todos los ejecutaba mal. Ahí me di cuenta que debía entrenar más intensamente. También tuve que madurar, porque en Veracruz practiqué los clavados por hobbie y en la Ciudad de México se me exigió que lo hiciera en el alto rendimiento. Actualmente ya estoy adaptada y sé que la etapa más exigente está por venir", ahonda.

La Selección mexicana de clavados sufrió una baja sensible en la modalidad de clavados en plataforma de 10 metros con el retiro de Paolo Espinosa, quien se dedicará únicamente al trampolín de 3 metros. Del Ángel considera que la ausencia de la doble medallista olímpica no deja desprotegida la modalidad, debido a que el representativo cuenta, además de ella, con Alejandra Orozco –bronce en Londres 2012– y las juveniles Montserrat Gutiérrez, Gabriela Agúndez y Samantha Jiménez. Las últimas tres hicieron su debut en Campeonatos Mundiales en Budapest.

"El nivel del país se mantendrá en la plataforma individual y sincronizada. Orozco es la más experimentada del equipo y ella nos puede guiar a las que menos experiencia tenemos para las competencias que se avecinan en este ciclo olímpico. Todas tenemos un nivel similar y no sería sorpresa que alguna califique o se quede fuera de Copas del Mundo u otras pruebas", explica Del Ángel, quien cumplirá 18 años el próximo 5 de diciembre.

La adolescente alterna los entrenamientos con sus estudios de preparatoria, los cuales realiza en el Tecnológico de Monterrey, en la modalidad en línea. Una vez terminados tiene planeado cursar la licenciatura en Nutrición, en la misma modalidad y colegio.

"Mi meta es ser alguien admirable en la vida. No sólo por lo que haga en el deporte, sino también por lo que consiga fuera de la piscina. Quiero ser un ejemplo de que se pueden combinar el estudio y el deporte. Es un hecho que algunos deportistas no aprovechan todo su desempeño por una incorrecta alimentación y quiero ayudar a que eso no se repita con las generaciones futuras. Mi deseo, además de las medallas, es ser una profesionista exitosa", concluye.

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