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Una novela sobre el colapso financiero de 2008

“Nos encanta pensar que las eras tienen que ver con caídas”, asegura el escritor Jorge Volpi, quien sufrió las consecuencias de la crisis financiera de 2008 cuando vivía en España y por ello decidió escribir su novela "Memoria del engaño". 

La economía como arte de la especulación está intrínseca en su libro. Tratar de arriesgarse, de apostar, de siempre ganar más, eso es lo que el narrador practica todo el tiempo llevado a sus últimas consecuencias, porque no tiene ningún límite moral, es un cínico por antonomasia, que quiere ganar dinero a cualquier costo.

¿Por qué se interesó en el colapso financiero de 2008?


La novela comenzó a fraguarse poco después del 2008, aunque empecé a escribirla en 2012. Me tocó vivir en España y padecer las consecuencias de esta crisis económica con un desempleo atroz y una gran cantidad de personas que perdieron sus casas, terrible, justo como lo cuento en la novela, a partir de ahí me pareció interesante.

Esa crisis marca el fin de esa utopía, que nunca se dijo así, pero que existió a partir de la caída del Muro de Berlín hasta 2008. La idea de esta utopía neoliberal que pensaba que eliminando toda regulación de los mercados financieros, disminuyendo el estado al mínimo, sería suficiente para que se expandiera el crecimiento en todo el mundo, en realidad era una posición ideológica tan poderosa como había sido el comunismo y quedó claro que no fue así, que no funcionó.

Su novela está muy documentada y nombra a varios personajes reales. ¿A qué cree que se debió esta crisis?

Fue una acumulación de cosas, de un pensamiento económico neoliberal, que tiene figuras filosóficas como Hayek, Friedman, que se convierte dominante, su pensamiento es trasladado ideológicamente a la política, políticos y legisladores en Estados Unidos, convencidos de que el estado es el problema no la solución, como decía Friedman, trataron de disminuirlo al máximo. Los políticos le hicieron caso a los ejecutivos de Wall Street que querían menos regulación, desde Reagan y Bush padre, pasando por Clinton, uno de los que más contribuyó a esta falta de regulación. Luego vino la inversión de los derivados financieros, la idea de que se podía eliminar el riesgo en una operación financiera, pero que en realidad lo dividía y hacía más vulnerable el sistema, todo esto es lo que trata de contar el personaje de la manera más clara posible, para un lector no especializado.

En el libro está la fallida relación padre-hijo como una analogía de la historia económica.


Ese hijo que busca al padre y que trata también de entenderlo, marca justamente la relación de esas dos generaciones con las finanzas, con el dinero, con la especulación, con la política. J. Volpi nace y el padre ya murió, es un hijo póstumo, tiene que saber quién es, y lo más sorprendente es que el padre engaña tanto como él. La gran diferencia es que mientras la generación del padre engañaba porque tenía grandes ideas y pensaba en el beneficio de la humanidad, la generación del hijo ya no cree en nada, mas que en su beneficio personal.

La novela inicia a partir de la quiebra de Lehman Brothers, ¿por qué eligió este momento?

Es un poco simbólico, nos encanta pensar que las eras tienen que ver con caídas, la caída de Roma, de Constantinopla, de la Bastilla, del muro de Berlín, y ahora la de un banco de inversión. Lehman Brothers era el cuarto banco de inversión más grande del en el mundo, una institución financiera que representaba a Wall Street, nunca había quedado varado un banco desde la crisis del 29. No sólo quebró este banco, después hubo muchas caídas, pero de alguna manera se ha vuelto simbólica, porque parecía que no podría caer, porque los reguladores, analistas de riesgos, decían que era muy sólido y cuando el gobierno de Estados Unidos lo deja quebrar, se ven las consecuencias. Lehman estaba tan metido al sistema, que su caída provocó la de todo el mundo.

Hay referencias a varios defraudadores como Bernard Madoff, ¿se basó en alguien para la construcción de J. Volpi?

​Tiene de muchos, pero se parece en algún sentido a Alberto Vilar, mucho menos conocido que Madoff. Él es un inversionista cubano americano, al mismo tiempo fue el mayor mecenas de la ópera y de la música clásica en Estados Unidos de los últimos años. Actualmente está en la cárcel a diferencia de mi personaje que está prófugo.

¿Seguimos engañados?

No ha habido algo que cambie drásticamente el sistema, nos dicen que las decisiones son técnicas cuando en realidad son políticas, ideológicas y transforman la vida de la gente de acuerdo a las ideas de unos cuantos. Esto ha provocado una desigualdad enorme en las ciudades, este sistema económico mundial propicia la desigualdad, hay sociedades que son profundamente ricas y profundamente pobres, y todo esto se nos vende que así debe de ser, que se necesita esta desestabilidad macroeconómica sin importar que haya millones de personas en pobreza extrema y unos cuantos millonarios.

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