SAN PETERSBURGO, Rusia.- Desde que capturó su primer título como profesional, el tenista canadiense Milos Raonic adquirió la sana costumbre de por lo menos alzar un trofeo cada año y este domingo cumplió esa meta en el Abierto de San Petersburgo.
El bombardero" norteamericano arrastraba una temporada irregular debido a la cirugía en un nervio del pie, pero esta semana recuperó su brillo y venció en la definición al portugués Joao Sousa, por parciales de 6-3, 3-6 y 6-3.
Así pues, luego de dos horas y siete minutos de combate, el ex Top 5 se desahogó con el grito de victoria y obtuvo el séptimo campeonato de su carrera, además de que recibió los máximos honores en un torneo por quinta campaña consecutiva.
Raonic disparó 22 "aces" y él mismo se complicó el trámite en tres sets pues en la segunda manga desperdició las siete oportunidades de rompimiento que se le presentaron, lo cual invitó al lusitano a meterse al juego.
Ya con los cartones nivelados, el guión cambió de manos y en el capítulo definitivo, fue Raonic quien se empleó a fondo para salir ileso de seis chances de rotura y se aferró a un sólo quiebre para sellar el triunfo con su poderoso servicio.
Mientras todo era felicidad y alivio para el de Canadá, Sousa se quedó con la miel en los labios por tercera ocasión en el año, pues se conformó con la placa de finalista en Umag, Ginebra y ahora, en las pistas rusas, que en esta edición celebraron su regreso al calendario de la gira mundial, tras ser "borrados" en 2014.