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La era juvenil: emergen como lectores

Las editoriales han encontrando en los adolescentes un mercado en crecimiento, al que cada vez le apuestan más porcentaje de títulos y tirajes. Penguin Random House, dueña de Alfaguara, Aguilar y Grjialbo, revela que los títulos para jóvenes representaron el 28 por ciento de sus ventas el año pasado.

En un país con pocos lectores, las editoriales han encontrando en los adolescentes un mercado en crecimiento, al que cada vez le apuestan más porcentaje de títulos y tirajes. La última Encuesta Nacional de la Lectura arrojó como promedio el consumo de 2.94 libros por habitante y año. Los jóvenes hacen prometer que las cosas no serán peores.

"Esta literatura se está posicionando con fuerza, algo que no pasaba hace 10 o 15 años. Hay un surgimiento de un nicho de mercado, en el que estos lectores se están diferenciando. Más que un boom de obras, es más un boom de lectores", considera Luis Téllez, miembro del Comité de la Asociación Mexicana para el Fomento del libro Infantil y Juvenil.

Las editoriales le están apostando a ese público. Penguin Random House, dueña de Alfaguara, Aguilar y Grjialbo, revela que los títulos para jóvenes representaron el 28 por ciento de sus ventas el año pasado, y que de 2013 a 2014 crecieron en un 150 por ciento.






Las obras de John Green representan el 50 por ciento de la demanda de esta área de la editorial, que publica alrededor de 200 autores. En 2014, Bajo la misma estrella representó el 20 por ciento de las ventas totales de los títulos para adolescentes.

"Las ventas se incrementan cada año y además es la división en la que se están viviendo verdaderos fenómenos de ventas. Actualmente contamos con más de 20 mil (títulos) a reimpresión", indica la editorial.

La Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), en su reporte de 2013, señaló que de los 102 millones de libros producidos por el sector privado se vendieron 13.8 millones para jóvenes, con ganancias por 547 millones de pesos. Esto sin tomar en cuenta que muchas de las sagas populares fueron incluidas en la categoría de Libros de literatura, estudios literarios y ficción, que en total sumaron 12.8 millones de ejemplares vendidos, con una derrama económica de 1,084 millones de pesos.

Modesta García edita libros en Planeta Infantil y Juvenil. Anota que este mercado ha crecido y asegura que alrededor del 40 por ciento de los títulos que publica ese sello están dirigidos a este sector.

"Estamos en el fenómeno de las obras crossover, que no conocen de barreras generacionales. El boom empezó en Estados Unidos y hoy en México está más fuerte que nunca. Los jóvenes están leyendo cada vez más, no sólo en el país, sino en el resto del mundo", comparte.

Según ella, prefieren las novelas futuristas, de ciencia ficción y las románticas, así como los libros sobre la búsqueda de identidad, y pone énfasis en un nuevo fenómeno: After, de Anna Todd, la novela fan-fiction de One Direction. Tan sólo en la plataforma digital Wattpad registra más de mil millones de lecturas en todo el mundo; una cantidad monstruosa si se compara con los 400 mil ejemplares vendidos en México de distintas obras de Gabriel García Márquez en 2014.

MÉXICO, CON LITERATURA JUVENIL PROPIA

El mundo editorial también le está dando espacio a los creadores mexicanos que han logrado acercar a los lectores a una realidad más mexicana. Entre ellos se encuentra Lorena Amkie, que con su trilogía de Gothic Doll (actualmente editada por Planeta) se convirtió en un fenómeno literario. Nada más del primer libro, publicado en 2010 por Ediciones B, vendió más de 20 mil copias.

"Siempre me he sentido la rara, siempre he tenido una bronca de pertenecer y no pertenecer, cuando empecé a comunicarme con los lectores de Gothic Doll me di cuenta que no era la única y que no estaba sola", recuerda Amkie, quien recién publicó la novela de bullying titulada El Club de los Perdedores.

Ediciones B actualmente dirige el 60 por ciento de sus libros a este sector, y cuenta con dos colecciones de escritores mexicanos: las Doll y Antisocial; la primera dirigida a mujeres y la segunda a hombres.

Las Doll es la más exitosa de la editorial, cada libro ha vendido más de 10 mil copias. Actualmente cuenta con los títulos Dark Doll, de Raquel Castro; Bitch Doll, de Orfa Alarcón, Pink Doll y Rebel Doll, de Juana Inés Dehesa y Dead Doll, de Mónica Brozon, y está por lanzarse Rock Doll, de Jessy Bulbo.

La colección Antisocial busca acercar a los adolescentes a la lectura a través de libros que mezclan la novela con ilustraciones llamativas. Todas escritas ex profeso por autores consagrados del género como Armando Vega-Gil, autor de varios libros infantiles y juveniles, entre ellos la novela Azahar y Agustín, de Alfaguara. El también músico publicó en esta colección la historia futurista Rockboy, una novela contra el machismo.

"La idea es conectar con públicos jóvenes. Las chicas leen mucho, entre los 14 y los 18 años, quizás tiene que ver con su percepción del mundo; en cambio cuando los chavos llegan a la adolescencia y les empiezan a salir barros, se divorcian de los libros", explica Armando Vega-Gil, fundador de Botellita de Jerez.

Otro de los autores que se han acercado a esta colección es Antonio Malpica, muy popular entre los jóvenes tras la publicación de la historia de terror Siete esqueletos decapitados, editada por Océano, que empezó como una novela, y ahora es una saga de cinco libros.

"De pronto pareciera que hay un auge de esta literatura, como cuando hay un brote, te enfermas de algo y se hace muy evidente. El hecho de que haya literatura juvenil es un signo de que el mundo de los libros está más sano", dice Malpica, autor de Artista del ligue, de Antisocial.

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