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El Vive baila al ritmo de Los Balcanes

Durante casi una hora, el Vive Latino 2016 albergó la música de Goran Gregovic (Sarajevo, 1950), un compositor fuera de serie que se empeña en recordar la memoria gitana, en un tiempo en el que Europa cierra sus fronteras a la comunidad musulmana.

Nunca antes Los Balcanes estuvieron tan cerca de la Ciudad de México. Durante casi una hora, el Vive Latino 2016 albergó la música de Goran Gregovic (Sarajevo, 1950), un compositor fuera de serie que se empeña en recordar la memoria gitana, en un tiempo en el que Europa cierra sus fronteras a la comunidad musulmana.

Hijo de un croata y una serbia, Gregovic se asume yugoslavo. Su música es la materialización de la fusión cultural y étnica que se desarrolló durante el régimen comunista de Josip Broz Tito en la vieja Yugoslavia.

Su trabajo bien podría definirse como un coctel de ritmos árabes, flamencos y gitanos, que esta tarde pusieron a bailar a cientos de personas en el escenario Indio, por el que ayer desfilaron Enrique Bunbury y Los Auténticos Decadentes.

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Nada, ni la temperatura que ascendía a 25 grados centígrados, impidió que los asistentes brincaran al son de una música balcánica cada vez más popular entre los círculos de eso que llaman "rock latino". Con Gregovic, el Vive Latino volvió a apostar por la internacionalización de su cartel.

Es el segundo día del festival de rock en español más importante de Hispanoamérica y muchos sólo esperan la presentación de Café Tacvba, quien no se presenta aquí desde 2012.

Mientras Gregovic toca, afuera las calles se abarrotan porque ya sólo faltan cuatro horas para ver en acción a Rubén Albarrán, Emmanuel del Real, Joselo y Enrique Rangel, los protagonistas de la que parece ser la última de las grandes bandas mexicanas de rock.

Fue así como el cantante bosnio calentó los motores en el Foro Sol y sus alrededores, que como cada año se vuelve el hogar de punks, rockeros, skatos y hasta alguno que otro hipster.

Hoy también se presentan Carla Morrison, Vicentico y el rapero español Nach, a quien ya lo esperan miles de personas en el escenario Claro Música.

"Parece que el rock en español está en crisis, pero es la segunda vez que vengo y me encanta esta fiesta, porque reúne la pluralidad cultural de nuestra ciudad", comenta Laura Gómez, de 25 años, estudiante de literatura en la UNAM.

Son las nuevas generaciones las que no dejan morir al Vive Latino.

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