After Office

Deliciosa sobremesa

Tener a la vista una gran variedad de pan dulce y salado te generará antojo. Este concepto que se ubica en Polanco,incluye una dulcería y una cafetería donde no sólo se ofrecen, sino se hornean algunas de las delicias creadas por el chef Miguel Gómez.

La sal para la panza y el azúcar para el corazón reza un dicho popular que el chef Miguel Gómez suele citar como presentación de Amado, la panadería artesanal del Hyatt Polanco. Este concepto incluye una dulcería y una cafetería donde no sólo se ofrecen, sino se hornean algunas de las delicias creadas por él, a quien el amor por la panadería le nació frente a la taza de café que compartía con su hermano antes de comenzar sus actividades del día, acompañada de pan dulce.

Al tener todo a la vista de los comensales, la idea es, cuenta el chef Gómez, llamar la atención. El "bendito olor de la panadería" que elogia el poeta Ramón López Velarde en Suave patria es su primer acierto. Luego, el colorido y la presentación de sus productos completan esa misión y convierten a Amado en un espacio al alcance de todos, a pesar de encontrarse dentro de un hotel.

Su fórmula es atractiva porque se basa en recetas y formas de elaboración tradicionales, sin perder un toque moderno, tanto en la presentación como en las recetas. Las bases de la pastelería, por ejemplo, son su fuerte. "No podemos avanzar a hacer algo moderno, si no sabemos cómo hacer una soleta, una galleta o una masa de azúcar. Fue parte de lo que buscamos aquí, así como exponer todo ese producto y ese trabajo: ves un horno, un buen pastel, café, una dulcería colorida, te empieza a alegrar el día y se trata también de eso, transmitir felicidad a la gente", dice Gómez.

Se ofrecen más de 10 variedades de pasteles y tartas, así como una decena de postres individuales, bombones, productos con chocolate -placas, barras, con semillas o sus exclusivas naranjas-, más de 40 tipos de dulces, que cambian de acuerdo a las temporadas y alrededor de 30 productos de panadería, entre lo dulce y salado, para poder elegir.

Otro de sus secretos para el sabor único que consigue en sus creaciones es el uso de la masa levin o masa madre, que prepara con un fermento natural, el cual sustituye la levadura química. "Es un proceso muy antiguo, en Europa la mayoría del pan se hace así, son fermentos largos, de 12 a 24 horas, para tener un pan con alveolos, con costra. Hay muy pocos lugares que lo trabajan y aquí quisimos hacer un producto hecho a mano, con un proceso artesanal, esta masa por ejemplo, es un ser viviente que alimentamos a diario y para darle al pan esa acidez, esas texturas, esos colores y sabores; se usa para salados y en algunas preparaciones dulces", destaca el chef.

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