La selección brasileña de fútbol venció el sábado 5-4 por penales a Alemania de la mano de Neymar para ganar el oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, conquistando así el único título que le faltaba a su palmarés.
El delantero del Barcelona fue el encargado de patear el último penal de la tanda, después de que el arquero Weverton tapara el disparo anterior al alemán Nils Petersen.
El partido había terminado 1-1 tras el tiempo reglamentario y los 30 minutos de alargue. El local comenzó mejor y tuvo un par de opciones para marcar, a los 14 y 23 minutos, pero fueron desperdiciadas por Luan y Renato Augusto.
Neymar abrió el marcador para Brasil a los 27 minutos con un golazo de tiro libre, mientras que Maximilian Meyer igualó para el equipo europeo a los 60 al conectar el balón sin marca en el área tras una jugada combinada en ataque por la derecha.
Brasil sintió el golpe del empate y se mostró muy errático hasta el final del tiempo reglamentario. En el suplementario fue el que más intentó pero no pudo progresar demasiado debido a que Alemania se volcó totalmente en defensa y le tapó los espacios para crear juego.
El equipo sudamericano rompió con la racha de finales olímpicas perdidas en Los Angeles 1984, Seúl 1988 y Londres 2012. También se había quedado con el bronce en Atlanta 1996 y Pekín 2008. La derrota dejó a Alemania como el único equipo que ha ganado un Mundial pero no se ha logrado el torneo olímpico.
"Esto es muy especial por la forma en que se dio, en los penales, en un partido muy luchado y después de un inicio de torneo muy complicado", dijo el entrenador de Brasil, Rogério Micale.
"Tuvimos jugadores extremamente dedicados, profesionales, con una gran calidad técnica. Me voy con la sensación del deber cumplido", agregó.
El partido que definió el oro marcó el reencuentro de Brasil con Alemania, la selección que le propinó una paliza histórica al golearla 7-1 en la semifinal del Mundial de 2014 que el equipo sudamericano jugó como local.
La campaña de Brasil rumbo al título olímpico no fue fácil, ya que comenzó con dos pobrísimos empates 0-0 ante Sudáfrica e Irak, lo que provocó sonoras silbatinas de los hinchas en Brasilia.
Pero el local cerró la etapa inicial goleando 4-0 a Dinamarca para ganar el grupo. A partir de allí, el "scratch" recuperó el apoyo de los hinchas y el buen funcionamiento.
En cuartos de final le ganó 2-0 a Colombia y en semis vapuleó 6-0 a Honduras.