BARCELONA.- Luis Suárez volvió a jugar un partido de futbol este lunes y lo hizo ganando con el Barcelona, su nuevo equipo. El artillero uruguayo, que fue sancionado por la FIFA por morder a un rival durante la primera ronda de la Copa del Mundo en junio, tuvo 15 minutos de acción, del 75 al 90. Para entonces, el Barsa tenía sentenciada la victoria 6-0 ante el León de México.
El cotejo amistoso por el trofeo Joan Gamper sirvió de presentación del plantel catalán ante su afición. El astro argentino Lionel Messi abrió el camino del contundente triunfo del Barsa a los tres minutos. El brasileño Neymar, reaparecido tras lesionarse en los cuartos de final del Mundial, añadió otros dos tantos (12 y 44). Los otros goles fueron del canterano Munir El Haddadi (54 y 77) y Sandro Ramírez (89).
Suárez, el ex del Liverpool, que este martes será presentado oficialmente por el equipo catalán, no podrá volver a vestir la camiseta azulgrana hasta el 24 de octubre, tras haber sido sancionado por la FIFA con cuatro meses de inhabilitación por propinar un mordisco al italiano Giorgio Chielini durante el pasado Mundial de Brasil.
Luis Suárez pisó por primera vez el césped de estadio Camp Nou el mismo día en que regresó también Neymar, quien sufrió una lesión de espalda en la cita mundialista y recibió el alta médica en las horas previas al choque. El uruguayo no jugaba un partido desde el 24 de junio, mientras que el brasileño permaneció 45 días inactivo, desde que el colombiano Camilo Zúñiga le lastimara el pasado 4 de julio.
El partido sirvió también para que el Barsa homenajeara al defensa mexicano Rafael Márquez, quien defendió la camiseta del conjunto blaugrana desde 2003 a 2010. Recién traspasado por el León al Hellas Verona, recibió permiso del club italiano para jugar ante su ex afición y lo hizo de titular hasta que fue sustituido a los 52 minutos, cuando se retiró de la cancha ante una calurosa ovación.
El campeón de México apenas fue rival para el Barcelona, que encarriló el cotejo con una combinación entre Messi y Neymar, cuyo último pase rebotó en Márquez y cayó a pies del argentino, infalible ante el arco defendido por William Yarbrough.